Italia: crisis vieja para gobierno joven

Por Antonio Rondón

La Habana (PL) El gobierno propuesto por el exalcalde de Florencia Matteo Renzi será el más joven de Italia con un promedio de 48 años de edad, pero también el de mayores desafíos económicos, políticos y sociales en una nación donde 10 meses en el poder es mucho tiempo.

Al menos así lo consideró en su momento el ambicioso Renzi, quien con 39 años de edad recién cumplidos y con apenas tres meses al frente del Partido Democrático (PD) desbancó del poder a Enrico Letta, su promotor para ese puesto.

Como diría Silvio Berlusconi, citado por el diario Corriere della Sera, en su condición de tres veces primer ministro del país, «le doblo en la edad, pero me gusta, pues con su juventud conoce como sobrevivir o utilizar las intrigas en el juego político nacional».

La Repubblica lo describió como un verdadero acróbata que camina por una cuerda floja, sin cable de seguridad ni red protectora, con muchos «payasos» (partidos demagogos) mirando desde abajo en espera del resultado de sus malabares.

El presidente Giorgio Napolitano, con 88 años y mucho tiempo en la presidencia del país, se dio cuenta de ello y en sus negociaciones con Renzi logró que la estratégica cartera de Economía quedara en manos de otro tecnócrata, tal como ocurrió en el equipo de Letta.

Para esta ocasión se apeló a los buenos oficios del jefe de

política económica de la Organización para la Cooperación y el

Desarrollo Económico (OCDE), quien debió viajar de Austria a Italia, aunque sin llegar a tiempo a la veloz transición organizada en el Palacio del Quirinal (sede presidencial) a fin de juramentar a 16 ministros, la mitad de ellos mujeres.

Si Letta redujo a 53 años la edad promedio de su gabinete en

comparación con el promedio de 63 de todos los anteriores, y logró situar al frente de la cartera de Integración a la primera persona de origen africano, Renzi fue más allá, al nombrar a la

primera mujer al frente de la Defensa.

Pero con pasos sensacionales a la hora de formar un Gobierno de

ninguna forma se resuelven los problemas pendientes, bastante serios, que afectan al país.

De momento Renzi, quien basó su campaña para sacar a Letta de la jefatura del Gobierno en su supuesta lentitud para aplicar reformas urgentes, se mostró dispuesto a actuar con medidas emergentes y, nada más anunciar su Gobierno, planteó un calendario de trabajo.

La «hoja de ruta» del joven primer ministro incluye someter a

votación en ambas cámaras de la Asamblea Nacional una reforma

constitucional, luego se analizarán cambios a la política impositiva, en abril y mayo de este año, y después tocará el turno a una reforma administrativa.

Sin embargo, el asunto que preocupa a muchos en Italia, incluido al propio mandatario, es cuánto podría durar en esta ocasión el nuevo ejecutivo que, aunque cuenta con mayoría en la Cámara de Diputados, a tientas llega al respaldo necesario en el Senado y pende de un hilo.

De hecho, una de las negociaciones más duras que tuvo Renzi en la formación de su equipo fue con Angelino Alfano, quien en el mandato de Letta fue viceprimer ministro y titular del Interior, cargos que garantizaron al PD el apoyo del Partido Pueblo de la Libertad (PDL).

Alfano, quien en su momento fue delfín de Berlusconi y secretario general del PDL, formó el pequeño partido Nueva Centro Derecha (NCD), a donde fueron a parar sus seguidores y contrarios a apoyar la permanencia de Berlusconi en el Senado, en diciembre pasado.

La cámara alta aprobó entonces la aplicación de la Ley Severino, vigente desde diciembre de 2012 y que prohíbe a permanecer en ese órgano a personas con condenas probadas de más de dos años de cárcel, como en el caso de Berlusconi, quien fue sentenciado a cuatro años y suspendido de actividad pública en octubre del mencionado año.

El gobierno de Letta se sostenía con el apoyo de la centrista Opción Cívica y el PDL, pero al quedar dividido éste último, el PD debió apelar a los 30 escaños senatoriales del NCD para mantenerse con vida, lo mismo que ocurrió ahora con Renzi.

Un voto de confianza en el Senado dejó 169 votos, de un total de 320, a favor del equipo de Renzi, incluidos los legisladores del PD, el NCP, Opción Cívica, Autonomías Linguísticas y centristas Populares para Italia-UCD.

En contra del gabinete del joven político de centroizquierda se

pronunció Forza Italia (FI), de Silvio Berlusconi, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el grupo Izquierda, Ecología y Libertad.

Sin embargo, ante los rostros poco amistosos de sus correligionarios de FI, un partido con el que irrumpió en la política en 1994 y a donde fue a parar el resto del PDL, Berlusconi no escatimó elogios para el exalcalde florentino.

El multimillonario italiano de 77 años consideró que la presencia de Renzi al frente del Gabinete significa que en Italia ocurre un cambio de visión política y aunque FI se mantendrá en la oposición, le garantizó que votaría a favor de la reforma impositiva y de una nueva ley electoral, señala el periódico La Stampa.

Además, el dueño del 90 por ciento de los medios de difusión

acordó con Renzi posiciones comunes para cambios en la estructura de la Asamblea Nacional, con grandes posibilidades de eliminar al Senado como órgano legislativo.

Pero no estaríamos hablando de Berlusconi si dejáramos a un lado las ambiciones políticas del también llamado Il Cavaliere, quien pese a enfrentar casi una treintena de procesos judiciales en su contra en dos décadas, nunca estuvo tras las rejas ni dejó de participar activa e incluso decisivamente en la política nacional.

Al comentar la ceremonia de juramentación, Berlusconi acotó que si el Gobierno no es elegido por los ciudadanos se falta a la democracia, indica La Stampa.

Hubo una transición de poder en el marco de un partido que carece de mayoría en una de las dos cámaras de la Asamblea Nacional. Espero algún día votar de nuevo por un ejecutivo elegido por el pueblo, declaró el magnate, en un atisbo de nueva amenaza.

No sabemos cuándo sucederá, pero tenemos que estar preparados. Hay cuatro millones de indecisos que se les puede explicar cuál sería el rumbo correcto a seguir, advirtió.

Aunque el gobierno de coalición cuenta ahora con el respaldo

necesario en el órgano legislativo, todos recuerdan que con frases como las citadas Berlusconi inició la preparación artillera que acabó en su momento con el gobierno de Mario Monti, en enero de 2013.

La búsqueda de Letta de una fórmula de gobierno lo llevó a formar una alianza, por primera vez en la historia moderna italiana, entre la centroderecha y la centroizquierda, una frágil unión que aún puede ser puesta a prueba bajo la dirección de Renzi.

Aunque muchos electores saludan la juventud y la falta de compromiso con la vieja clase política italiana, como mismo pasa con algunos miembros del equipo por debajo de 35 años, nada asegura que pueda ser sometido a las mismas trampas que su antecesor.

Por otro lado, dentro de las mismas filas de la centroizquierda

crecen los inconformes y muchos de ellos advierten que la remoción de Letta y la creación de otro gobierno con el mismo formato pueden cavar la tumba del propio PD, incapaz de gobernar en solitario.

 

EL CURSO DE LAS REFORMAS

Renzi prepara un sólido equipo que pueda tener éxito al compensar los deberes del país para enfrentar la crisis económica y la creciente deuda externa, aún por encima del 120 por ciento de su Producto Interno Bruto.

Será necesario encontrar un justo equilibrio entre las medidas de ajuste y las garantías sociales de los ciudadanos italianos, comenta La Stampa.

Pero observadores consideran que la presencia de Pier Carlo Padoan, un funcionario de 63 años encargado de asuntos económicos de la OCDE y en su momento asesor del Fondo Monetario Internacional, presagia la profundización de las medidas de austeridad, que con Letta se aplicaron con menos velocidad.

Padoan opina que las medidas de ajuste son necesarias, aunque

inútiles para generar crecimiento, un punto de vista que podría ser demasiado tecnócrata para el gusto de los italianos, cuyo 18 por ciento de la fuerza laboralmente activa está en el paro.

Algunos medios como el diario español El País especulan que fue

Napolitano quien impuso la figura de Padoan, al contrario de Renzi, quien deseaba para ese cargo a un político de su confianza.

El propio Renzi parece más alejado en sus posiciones del ala de

izquierda dentro del PD y de ello habla la presencia de la centroderecha en su equipo, donde ocho ministros pertenecen a su partido y al menos tres al NCD de Alfano.

Además, dentro de la centroizquierda, Renzi podría encontrar nuevos escollos en la aplicación de sus planes, pues muchos de los diputados responden al exjefe del partido Pier Luigi Bersani o al viejo dirigente Massimo D´Alema.

 

EL EQUIPO DE RENZI

Al formar equipo, Renzi intentó buscar ministros que le dieran

lozanía y al mismo tiempo dejara atrás algunas discrepancias con

partidos claves como los nacionalistas de la Liga Norte, quienes en su momento criticaron a Letta para situar a Cecile Kyenge, de origen congolés, como titular de Integración.

Por otro lado, llevó al Gobierno a una de sus peores críticas

dentro del PD, la exjefa antimafia Maria Carmela Lanzetta, a quien nombró para el ministerio sin cartera de Asuntos Regionales, precisamente cuando se avecina una reforma administrativa, destaca El País.

El nuevo gabinete lo integran Graziano Delrio, subsecretario del primer ministro, Alfano (Interior), Federica Mogherini (Exterior) y Andrea Orlando (Justicia).

La nómina incluye, además, a Roberta Pinnoti (Defensa), Federica Guidi (Desarrollo Económico), Maurizio Lupi (Infraestructura y Transporte), Beatrice Lorenzin (Sanidad), Maurizio Martina (Agricultura) y Stefania Giannini (Educación).

A ello se suman Pier Carlo Padoan en la codiciada cartera de

Economía y Finanzas, Gianluca Galletti (Medio Ambiente) y Dario

Franceschini (Cultura y Turismo).

Dentro de los titulares sin cartera se encuentran Maria Carmela

Lanzetta (Asuntos Regionales), Maria Elena Boschi (Reformas y Relaciones con el Parlamento) y Marianna Madia (Administración Pública).

Maurizio Lupi reconoce que se conforma un gobierno de emergencia por la situación económica y por la necesaria continuidad del poder ejecutivo.

Las carteras del Interior, Sanidad e Infraestructura quedaron en manos del NCD, mientras el PD controla los ministerios del Exterior, Defensa, Justicia, Agricultura, Cultura, Reformas y Relaciones con el Parlamento y la de Asuntos Regionales.

Mariana Medias y Maria Elena Boschi tienen 33 años cada una,

mientras Federica Guidi era representante de Confindustria Young y Giuliano Poletti dirigía la empresa Legocoop.

Con este destacamento que sustituye al de Letta, con apenas 300 días en el Palacio Chigi (sede del gabinete), Renzi se apresta a enfrentar los retos de la tercera economía de la Unión Europea, cuya presidencia asume en julio de este año.

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