Estrena el Ensamble Liminar cinco piezas en la Fonoteca Nacional

En un concierto ofrecido en la Fonoteca Nacional, en el marco del ciclo de música de cámara tonalÁtonal, la agrupación instrumental mexicana Liminar estrenó composiciones como Silenzio de Sofia Gubaidulina; la versión 2014 de La Forza il aparvier, de Georgina Derbez; Madria-Omaggio a Francesco Landini, de Johannes Schöllhorn; Farbschattierung X de Noriko Kawakami; y Traces des moments, de Isabel Mundry.

La sala Murray Schafer de la casa de los sonidos fue el lugar para que Antonio Rosales (clarinete y clarinete bajo), Julián Martínez (viola), Alexander Bruck (viola) y Jorge Amador (chelo), integrantes de la agrupación Liminar, acompañados por la acordeonista Eva Zöllner; arrancaran los aplausos de los asistentes al presentar sonidos contemporáneos y expresiones experimentales dentro de las obras que ejecutaron a lo largo de la velada.

Liminar Ensamble es un grupo de músicos mexicanos con trayectoria internacional dedicados a crear un repertorio que abarca desde nuevas composiciones hasta la música creada en el siglo pasado, con la intención de difundir su música en distintos escenarios.

    El auditorio tuvo la oportunidad de escuchar el estreno mundial de La forza il sparvier, obra para viola y acordeón (nueva versión 2014) de Georgina Derbez, la cual fue compuesta por la artista, originalmente para flauta de pico y acordeón. A través de su interpretación, el auditorio se envolvió en un peculiar espíritu musical del siglo XIV y fue testigo de la comunicación no verbal entre los intérpretes, a través de sus miradas o de los simples toques a sus instrumentos.

El Ensamble estrenó en México piezas como Silenzio (1991) de Sofia Gubaidulina, una obra para violín, chelo y acordeón, integrada por secuencias rítmicas significativas por parte de este último instrumento; Madria-Omaggio a Francesco Landini (2000), obra de Johannes Schöllhorn para clarinete bajo, chelo y acordeón.

El punto de partida de la composición de Schöllhorn son cuatro piezas vocales de Landini, los únicos madrigales a tres voces que amalgaman técnicas de composición francesas e italianas. En la interpretación, el trío integrado por clarinete bajo, acordeón y chelo, consistió en una formación contemporánea, que enlaza con los trovadores y ministriles, quienes llevaban su música a las cámaras de las cortes y a las calles de las ciudades.

Los otros estrenos en México fueron Farbschattierung X (2009) de Noriko Kawakami, una obra para clarinete, chelo y acordeón; basado en un estudio sobre la generación y desaparición de sonidos y; Traces des moments (2000), obra para clarinete, cuerdas y acordeón de Isabel Mundry, la única obra  ejecutada en la velada por todos los músicos a la vez, y bajo la dirección del musicólogo Pedro Castillo Lara.

Durante la ejecución de De traces des moments, las cuerdas se entrelazaron con los sonidos del acordeón y el clarinete, al tiempo que jugaron con los silencios característicos de la pieza.

    La acordeonista Eva Zöllner, en un momento como solista, interpretó Cold wind garden (2006) de Jorge Torres, pieza que presentó pasajes suaves y a momentos impulsivos, donde el silencio ocupó parte importante en la presentación.

    El Ensamble Liminar se concentra en tres lineamientos: la música de las llamadas vanguardias del siglo XX, la música mexicana contemporánea más propositiva y la música experimental, en la tradición que parte de la obra de John Cage (1912-1992). La agrupación, además de preocuparse por la formación de nuevos públicos, se ocupa de que generaciones de instrumentistas enfrenten con éxito los retos que supone la interpretación de partituras inusuales o complejas.