A casi un año de la muerte del ex presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el país atraviesa una serie de violentas protestas, las cuales no se habían realizado en los últimos diez años. La primer gran manifestación se desató el 12 de febrero, pues grupos opositores reclamaron mejoras económicas y de seguridad.
«Maduro trata de vender que él es el heredero. Nicolás no es el hijo de Chávez, esas ya son las patadas de ahogado de Nicolás, de tratar de seguir permanente apelando al sentimiento hacia Chávez, para justificar el fracaso de su gestión, esa es la realidad de Nicolás», afirmó Henrique Capriles.
Maduro heredó varias problemas de la administración chavista, entre ellos resaltan las altas tasas de criminalidad, la inflación y los crecientes desafíos económicos.
Según Mark Weisbrot, co director del Centro de Investigación Económica y Política dijo que la inflación era alta antes, pero era mucho más baja que la época anterior a Chávez, «era ya elevado cuando Maduro asumió el poder y se ha puesto peor. Y las causas de eso están en el sistema de tipo de cambio, que fue creado durante la era de Chávez. Así que no se puede culpar realmente a Maduro de la mayor parte de lo que está pasando en este momento».
Doce meses después de la muerte de Chávez, la oposición afirma que las grietas de la revolución son demasiado evidentes y desafían a la fundación de la Revolución Bolivariana de Venezuela.
«Creo que no hubo Revolución en Venezuela y como no hubo, yo creo que Maduro no la va a poder implementar. Aquí en Venezuela lo que hay es corrupción, lo que hay es crisis y so lo está diciendo la población en las calles, en todos los rincones del país», expresó Juan Requesens, líder estudiantil.
Los actos para recordar al mandatario bolivariano, que murió debido al cáncer, se llevarán a cabo en el llamado Cuartel de la Montaña, un museo militar cercano a la casa de gobierno donde reposan los restos de Chávez.