Mujeres nativas decepcionadas con informe de Canadá sobre violencia

Ottawa, 8 mar (PL) La Asociación de Mujeres Nativas de Canadá manifestó decepción y frustración por un reporte parlamentario sobre la violencia contra las mujeres indígenas, porque carece de acciones para investigar y tratar el feminicidio en ese sector.

Para la presidenta del grupo, Michÿle Audette, el Gobierno perdió la oportunidad de demostrar a los canadienses y a la comunidad internacional que realmente está dispuesto a erradicar todas las formas de abuso contra las originarias.

«El informe fracasó en recabar el compromiso y los recursos necesarios para atender esta creciente tragedia», aseveró la dirigente, al recordar que su organización y los jefes ejecutivos de todas las provincias del país respaldan la apertura de una pesquisa seria sobre la desaparición y asesinato de cientos de mujeres aborígenes.

Un reciente estudio académico elevó de 600 a 852 esa cifra fatal, pero los nativos denuncian la existencia de más de cuatro mil hechos, principalmente en las provincias de Columbia Británica, Manitoba y Ontario.

Otro informe internacional confirmó que muchas de las víctimas murieron, fueron maltratadas y violadas por agentes de la policía, pero el Gobierno no indagó lo suficiente en ningún caso, no buscó culpables y sigue sin adoptar recursos legales para evitar esos crímenes.

Audette respondió así al texto presentado ayer en la Cámara de los Comunes por el comité especial que indagó en los casos de violencia contra las nativas.

Ese panel multipartidista entrevistó a 61 testigos e hizo 16 recomendaciones, entre ellas crear una campaña entre el gobierno federal y los provinciales para prevenir y sensibilizar a la población con el fenómeno.

Entre otros aspectos, el informe propone establecer un archivo nacional con la información de ADN de las víctimas y recopilar datos de la policía sobre esos casos.

Sin embargo, el comité no sugirió a las autoridades de Ottawa abrir una investigación nacional sobre el feminicidio indígena de los últimos 50 años, una de las mayores preocupaciones de las comunidades autóctonas de Canadá.

La diputada del Nuevo Partido Democrático Niki Ashton consideró el reporte una bofetada a los familiares de las víctimas y llamó a los ciudadanos del país a contactar con sus legisladores para exigir una respuesta contundente al flagelo.

El tema del feminicidio indígena en Canadá cobró mayor fuerza tras la muerte de la estudiante Loretta Saunders, de la etnia Inuit e irónicamente convertida en la más reciente víctima de ese fenómeno.

La joven, de 26 años, investigaba en su tesis universitaria el misterio alrededor de esos sucesos trágicos, pero desapareció el pasado 13 de febrero y la policía halló su cadáver 15 días después.

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