Un año después, el papa Francisco sigue rompiendo esquemas

Roma, 13 mar (PL) Sin cansarse de romper esquemas desde que llegó al Vaticano hace hoy un año, la aparición del papa Francisco en su primer aniversario fue a través de la red social Twitter, en la cual nuevamente dijo al mundo la frase Recen por mí.

Publicadas en nueve idiomas, fueron las mismas palabras que expresó el 13 de marzo de 2013 tras convertirse en Sumo Pontífice, el pionero en utilizar esa herramienta tecnológica para comunicarse con sus seguidores en el planeta.

Luego de 12 meses intensos en que el primer Papa latinoamericano ha impulsado múltiples transformaciones en la Iglesia católica, Francisco decidió pasar esta fecha en un retiro espiritual fuera de la Santa Sede, alejado una vez más de las ritualidades, la pompa y el lujo.

En una reciente entrevista, rechazó hacer balance de lo ocurrido en el último año, y desestimó las alabanzas de muchos que lo han llegado a calificar de superhéroe o estrella.

«Solo soy una persona normal, que ríe, llora, duerme y tiene amigos como todos los demás», contó.

No obstante, no pocas veces el mundo se ha sorprendido con las actitudes y pronunciamientos de Francisco, quien, por ejemplo, no duda en referirse públicamente a conflictos actuales, como cuando convocó a una vigilia internacional por la paz en Siria, mientras sonaban campanas de posible ataque contra esa nación levantina.

Aunque se trata de una personalidad religiosa, muchos medios de comunicación se refieren a él como figura política dados sus llamados a subvertir el ordenamiento económico capitalista en tanto «sistema que mata», pues su máximo propósito es el dinero y no el bienestar del ser humano, dijo a finales de 2013.

Sus posturas contrarias al tradicionalismo vaticano han dejado a más de uno boquiabierto, pues rechazó vivir recluido en el Palacio Apostólico para hacerlo en un hotel donde tiene más contacto con el mundo exterior.

Tampoco quiso utilizar la limusina papal y se decantó por un papamóvil sencillo y antiguo, además de que suele romper la seguridad para acercarse, conversar y consolar a las personas que acuden a verlo, muchas veces ancianos postrados o niños enfermos.

Otro asunto que el Obispo de Roma ha encarado es la economía de la Santa Sede, hasta ahora rodeada de un halo de secretismo y misterio bajo el cual se escondían, según los expertos, oscuras tramas de corrupción.

Durante su todavía corto Pontificado, Francisco aplicó numerosas medidas dirigidas a combatir el fraude, como contratar prestigiosas consultoras internacionales y especialistas para auditar las instituciones financieras vaticanas y proponer transformaciones dirigidas a armonizar su funcionamiento con la misión religiosa.

Un hecho elocuente en este sentido fue que el Instituto para Obras Religiosas, más conocido como Banco del Vaticano, publicó por primera vez en la historia un balance de su gestión, un paso dado en aras de dotar de mayor transparencia a las finanzas eclesiásticas.

En resumen, es larga la lista de novedades del Papa, quien incluso habla abiertamente de temas tabúes como el divorcio, las familias monoparentales y la homosexualidad, y hasta convocó a una consulta mundial para conocer las opiniones de la gente sobre esas cuestiones.

Pese a todas las acciones que han puesto en movimiento a la Iglesia católica, muchos advierten que su mayor desafío está en mantener esta línea en los próximos años, lo cual podría resultarle, cuando menos, difícil.

En este sentido, varios especialistas y sacerdotes alertan que existen grupos religiosos muy conservadores que podrían oponerse, y de hecho ya lo hacen, a los aires de renovación de Francisco.

Por ejemplo, el sacerdote austriaco Helmut Schuller se refirió a organizaciones como el Opus Dei, Comunión y Liberación o Legión de Cristo, los cuales calificó de muy influyentes y con intereses económicos y de poder que podrían verse afectados con las políticas y medidas de Francisco.

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