Washington, 14 mar (PL) Investigadores estadounidenses lograron determinar por qué el 61 por ciento de la población mundial es intolerante a los lácteos, destaca un estudio divulgado en la revista American Journal of Human Genetics.
Según explica el artículo, la clave está en los antepasados humanos y su capacidad para domesticar y cuidar grandes rebaños lecheros.
Los autores del trabajo, expertos de la Universidad de Pensilvania, explican que aquellas personas, cuyos antecesores pudieron desarrollar y mantener la ganadería como medio de vida seguro, desarrollaron la capacidad para digerir la leche, tal es el caso de los europeos.
Sin embargo, los que vivieron en climas calientes o muy fríos, o donde la mortalidad de ganado era elevado, como en África y Asia, se dejó de consumir leche y el sistema digestivo perdió la capacidad de digerirla, indican.
Para llegar a estas conclusiones los especialistas estudiaron la intolerancia a la lactosa en 270 poblaciones africanas y euroasiáticas. De esta forma determinaron que el 61 por ciento presentaba el padecimiento.
La intolerancia a la lactosa es un problema hereditario y permanente, no es peligrosa y muy frecuente. Está presente en el nacimiento y el diagnóstico se hace en la infancia temprana.