Critican modelo extractivo minero de México

PL

Representantes de Panamá, Guatemala, Honduras, El Salvador y México señalaron en este último país que el enfrentamiento al modelo extractivo minero es también una lucha antiimperialista y contra el neocolonialismo impuesto hoy sobre comunidades indígenas y campesinas.

Congregados en la localidad Tlamanca del estado de Puebla, donde participan en un encuentro de pueblos contra esa actividad económica, criticaron el servilismo de los gobiernos neoliberales, así como los tratados de libre comercio y de protección a la inversión extranjera.

Este tipo de extracción minera es centro de fuertes críticas debido a que la presencia de grandes compañías en las diferentes poblaciones suele generar negativos impactos ambientales, territoriales, sociales, políticos, económicos, culturales y sobre los bienes comunes naturales.

Al mismo tiempo, las organizaciones y entidades opuestas a esa práctica señalan que no genera cadenas ni procesos económicos locales importantes para la gente, pues transfiere enormes recursos y ganancias a las corporaciones.

De acuerdo con miembros de diversas comunidades de las cinco naciones reunidas en México, para hacer frente a lo que llamaron una cuarta colonización, es necesaria la organización de los pueblos y su toma de conciencia sobre lo que significa la destrucción del medio ambiente.

Coincidieron además en la importancia de la movilización y la unidad en la acción local, regional, nacional e internacional, porque se batalla contra un monstruo que cuando sufre una derrota cambia su razón social, pero no su esencia: la rapacidad del capital, refirió el diario La Jornada.

En el evento, organizado por el Consejo Tiyat Tlalli, la Red Mexicana de Afectados por la Minería y el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero, entre otras agrupaciones, los asistentes expusieron problemas particulares de sus lugares de origen relacionados con la expansión de esa práctica.

De ese modo, se escucharon casos como el de la comunidad de Carrizalillo, en el estado mexicano de Guerrero, donde los pobladores mantienen una batalla que ya dura ocho años contra la minera canadiense Gold Corporation.

Los daños causados por la presencia de esa compañía en la zona se manifiestan en enfermedades de piel y bronquios, malformaciones congénitas, partos prematuros, destrucción de 11 manantiales, y el uso y contaminación de millones de litros de agua diariamente.

En la cita iniciada el pasado viernes y que concluye este domingo, los participantes calificaron al modelo extractivo como guerra total que se desarrolla en el terreno militar, tecnológico  y mediático.
Según un representante de las comunidades mayas de Guatemala, se trata del cuarto despojo a Latinoamérica, ahora por parte de las empresas que ven a los indígenas como seres sin derechos y que califican a las resistencias como focos de ingobernabilidad.

Deja tu comentario