La CIA financió las Marchas de Familias pro golpe militar en Brasil

Brasilia, 20 mar (PL) La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos financió las Marchas de la Familias, con Dios, por la Libertad, proclives al golpe de Estado de 1964 en Brasil, destacó el teólogo y escritor Frei Betto.

Esas movilizaciones, incitadas por la iglesia católica, fueron preparadas por la CIA, a través del padre Patrick Peyton, quien se comprobó posteriormente que recibió dinero de esa agencia para organizar una cruzada contra una supuesta amenaza comunista, destacó Betto en una entrevista publicada por el sitio web UOL.

Peyton despejo al camino hacia la asonada golpista del 31 de marzo de ese año que derrocó al presidente Joao Goulart, quien pretendía impulsar una reforma agraria y nacionalizar el petróleo, medidas calificadas de corte comunista, subrayó.

El escritor de varios libros, entre ellos «Fidel y la Religión» (1985), resaltó que la Confederación Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) respaldó las marchas y el golpe militar, que dio inicio a una dictadura hasta 1989.

La asonada golpista recibió hasta la bendición de agradecimiento de Nuestra Señora Aparecida Brasil, rememoró al considerar que existía la idea que la dictadura no duraría mucho.

Sin embargo, los militares se atrincheraron en el poder y emplearon la crueldad, los abusos y las violaciones de derechos humanos, especialmente a partir de 1968.

Con el paso de los años la represión se extendió y tocó las puertas de la propia iglesia, lo cual motivó que la CNBB cambiara su postura y se convirtiera a partir de los 70 en defensora de las víctimas.

El aumento de las violaciones y abusos con fieles y católicos hizo cambiar a la Confederación de Obispos, es decir, las acciones de los gobiernos de facto originaron una gran renovación de la Iglesia en Brasil, transformaciones que se perdieron con la llegada de Juan Pablo II al Vaticano, apuntó.

Para este religioso y colaborador con los movimientos sociales, el golpe no ocurrió el 31 de marzo de 1964, como está escrito, fue un día después cuando el Goulart salió de Brasil y se refugió en Uruguay.

En esa fecha me encontraba en Belem, estado de Pará, en un Congreso Latinoamericano de Estudiantes y había gran confusión con lo ocurrido, indicó al recordar que tras su regreso a Río el 6 de junio de 1964 fue golpeado y arrestado junto con líderes de organizaciones estudiantiles católicas.

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