Madrid, 21 mar (PL) Miles de personas se encuentran hoy en las cercanías de la capital española para confluir el sábado en una concentración en la que se prevé participen cientos de miles de personas contra la política de recortes sociales.
Se estima que medio centenar de autobuses, dos trenes, cientos de coches se movilizaron en toda España para participar en las denominadas Marchas de la Dignidad, mientras colectivos madrileños anunciaron que apoyarán la protesta.
Las autoridades de Madrid informaron que al menos 35 manifestaciones se registrarán este sábado en la ciudad, para lo cual se prepara un dispositivo especial de vigilancia.
La gran movilización se realiza pese a la poca atención de los grandes medios de difusión que llevó a los organizadores a denunciar la aplicación de una política de silencio pese a las dimensiones de las manifestaciones.
Es una vergüenza que los medios de comunicación no estén dando más cobertura a las Marchas de la Dignidad. Si hubiera pasado en Venezuela, habría estado en los medios internacionales durante una semana, expresó el profesor de filosofía Carlos Fernández Liria.
En un acto el pasado miércoles en el Ateneo de Madrid para apoyar la movilización, Fernández Liria precisó que las marchas piden cosas de sentido y decencia común por hombres y mujeres que a lo largo de la historia han estado dispuestos a perder su vida por su dignidad.
Los organizadores denuncian las difíciles condiciones de vida a que son sometidos los españoles, más de 200 mil de los cuales han debido emigrar para busca trabajo, dado el contexto actual en el que se registran más de seis millones de desempleados.
Según los estimados cerca del 30 por ciento está en condiciones de pobreza, mientras las empresas que cotizan en la bolsa española ganaron más de 20 mil millones de euros en 2013, el 13,63 por ciento más que el año anterior.
Los manifestantes culpan al gobierno del conservador Mariano Rajoy de aplicar la política de la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comunidad Europea) centrada en recortes de los servicios públicos para enfrentar la crisis.
Frente a la convocatoria, el presidente de la comunidad de Madrid, Ignacio González, acusó a los organizadores de hacer un llamamiento a la revolución, subversión del orden constitucional y a tomar la calle con la reivindicación de empleo, sanidad o derechos.