Bogotá, 30 mar (PL) Los incendios forestales en la región del Caribe colombiano han dejado a su paso miles de hectáreas arrasadas e incalculables daños ecológicos, sin que las llamas fueran controladas hasta el momento, según reportes oficiales.
Una de las situaciones más críticas se registra en las estribaciones de la Sierra Nevada, de Santa Marta, donde más de dos mil héctareas de bosques secos y cultivos de café y plátano, entre otros, fueron arrasadas.
Incontables especies de animales murieron, entre estas cangrejos e iguanas. Una situación similar vive el departamento del Atlántico donde el fuego seguía ardiendo hasta bien avanzada la madrugada de hoy.
El secretario de Prevención y Desastres del municipio de Ciénaga, Edi Pabón, dijo a Caracol radio que aun cuando pidieron ayuda desde la semana pasada a la Fuerza Aérea para sofocar el incendio en la Sierra Nevada, solo la víspera recibieron el refuerzo solicitado y, mientras tuvieron que controlar manualmente el siniestro.
Desde noviembre de 2013 el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales advirtió que en el presente año se produciría una de las sequías más intensas del país y el pasado 22 de enero el Ministerio de Ambiente reiteró la alarma e incluso decretó la alerta roja para la costa Atlántica, la región andina y la Orinaquía.
Cuatro meses después del primer aviso, los rigores de un verano acícliclo, como lo denominan los ambientalistas, provocan estragos acrecentados por la extracción del agua de las empresas petroleras en su operaciones de perforación del terreno. A eso se une la sequía predominante.