Católicos en EE.UU. exigen reforma migratoria y detener deportaciones

Washington, 1 abr (PL) La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (Usccb) efectuó hoy en Nogales, Arizona, una misa de recordación a los centenares de inmigrantes que tratan cada año de entrar al país, además de exigir la modificación de las leyes migratorias.

Cerca del muro que separa a Estados Unidos de México, el servicio religioso estuvo encabezado por el cardenal de Boston, Sean O’Malley, quien reclamó a la administración del presidente Barack Obama detener las masivas deportaciones de indocumentados.

De acuerdo con cifras oficiales, el gobierno demócrata ha expulsado del país en sus cinco años de gestión a más de dos millones de personas sin papeles.

El sistema está roto y está causando un gran sufrimiento y un lamentable desperdicio de recursos humanos y materiales, criticó O’Malley durante la homilía efectuada en español e inglés, destacó el diario The Huffington Post.

Washington es criticado por organismos internacionales y organizaciones defensoras de los derechos humanos debido a la valla de separación, así como por la violencia de agentes fronterizos que intentan frenar el acceso de inmigrantes y que cada año provocan cerca de 400 fallecimientos, según distintas fuentes.

La frontera está llena de tumbas sin nombre; estamos aquí para decir que no los olvidamos, son nuestros vecinos, nuestros hermanos y hermanas, subrayó el líder religioso, antes de la colocación de una ofrenda floral como homenaje a los fallecidos.

La Usccb es una de las entidades que junto a activistas proinmigrantes y entidades defensoras de los derechos humanos intenta presionar al Congreso para acabar de destrabar la reforma migratoria, empantanada en aguzados desencuentros entre demócratas y republicanos.

Ambas partes defienden posiciones divergentes, entre la apertura de un proceso para optar por la ciudadanía y la negativa de los conservadores a favorecer la naturalización por considerarla una amnistía para quienes, aseguran, violaron la ley.

Como asunto moral, nuestra nación no puede seguir empleando un sistema de inmigración que divide a familias y niega acceso a protecciones legales básicas para nuestros hermanos, argumentó por su parte el obispo auxiliar de Seattle, Eusebio Elizondo, presidente del Comité sobre Migración de la Usccb.

En junio el Senado, dominado por los demócratas, aprobó un proyecto de ley encaminado a avanzar en la naturalización de las más de 11 millones de personas sin papeles.

Sin embargo, la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se niega incluso a someter a votación una autorización para discutir el tema.

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