Madrid, 1 abr (PL) Izquierda Unida (IU) presentó hoy una solicitud para la desclasificación de los documentos vinculados al golpe de Estado de 1981, ante denuncias de que el rey de España pudo haber conocido los preparativos.
«Para (el entonces presidente del gobierno español Adolfo) Suárez, estaba clarísimo que el alma de la operación armada era el Rey y que nace en Zarzuela», afirmó Pilar Urbano, autora del libro La gran desmemoria. Lo que Suárez olvidó y el Rey prefiere no recordar.
Como anunció previamente su coordinador federal, Cayo Lara, IU y otras fuerzas aliadas pidieron al Congreso de Diputados desclasificar documentos y grabaciones de las conversaciones telefónicas en poder del Estado del 23 y 24 de febrero de 1981.
La solicitud abarca lo recogido por los servicios de inteligencia, las conversaciones entre quienes ocuparon el 23 de febrero el Congreso de Diputados y el exterior del edificio y entre el Palacio de la Zarzuela y el exterior.
Asimismo, solicita poner a disposición de los historiadores los documentos que pudieran existir sobre las reuniones del Jefe del Estado y el presidente del Gobierno durante los meses previos al golpe y los días posteriores.
La solicitud recordó que hace dos años la desclasificación por el gobierno alemán de un informe de su embajador en Madrid entonces, Lothar Lahn, puso de relieve aspectos controvertidos sobre la participación del rey Juan Carlos.
En su comunicación oficial el militar afirmó que el Rey le explicó que los militares conjurados «sólo querían lo mismo a lo que todos aspiramos: el restablecimiento del orden, la disciplina, la seguridad y la calma».
Según el embajador, el monarca planeaba interceder ante el Gobierno y la Justicia Militar para que a Antonio Tejero y los demás involucrados «no les sucediera nada demasiado grave» porque «sólo querían lo mejor».
La petición alude asimismo a la entrevista reciente hecha a Urbano y asegura que existen numerosas informaciones y testimonios que evidencian la necesidad de dar luz a lo acontecido en el golpe de Estado, sus inspiradores, organizadores y ejecutores.
La falta de transparencia, añade, siembra dudas sobre un episodio trascendental y transcurridos más de 30 años son muchas las dudas acerca de la participación de Juan Carlos, los militares sublevados y los líderes políticos del momento.
Pese a los esfuerzos por reforzar un relato oficial sustentado en la ocultación de información, se mantiene una opacidad injustificable sobre las pruebas que documentan posiciones, actitudes y responsabilidades de los protagonistas, subraya la solicitud.