Suspenden ejecución en Texas hasta saber origen de inyección letal

Washington, 2 abr (PL) Una magistrada federal ordenó hoy suspender la ejecución de un reo en Texas, hasta tanto las autoridades estatales revelen al abogado del prisionero el nombre del fabricante de la inyección letal.

La juez Vanessa Gilmore emitió este miércoles una orden de suspensión temporal que pospone la ejecución de Tommy Lynn Sells, informó el diario californiano La Opinión.

Los abogados de Sells y de Hernández Llanas sostuvieron en una demanda contra el Departamento de Justicia Criminal de Texas (TDCJ), el derecho a saber el nombre del proveedor de un nuevo lote de pentobarbital, el sedante utilizado en la inyección.

Agregaron que resulta necesario verificar la calidad de la droga para garantizar que el proceso se efectúe sin violar el principio constitucional de provocar una muerte sin dolor.

El TDCJ se ha resistido a revelar la identidad del proveedor, argumentando que debe mantenerse en secreto para protegerlo de las amenazas de violencia de opositores a la pena de muerte.

Tal situación ocurre en momentos que escasean los compuestos utilizados en la inyección letal debido a la negativa de las compañías farmacéuticas a suministrar los medicamentos para las ejecuciones y de las farmacias para proveer las sustancias que aseguren una muerte rápida.

Ello ha obligado a las autoridades a buscar nuevos proveedores y nuevas drogas para las ejecuciones.

Defensores de derechos humanos exigen evitar a los reos el sufrimiento innecesario e interminables minutos de agonía, como ocurrió el pasado 16 de enero cuando fue ejecutado en el estado de Ohio, Dennis McGuire, a quien se le suministró un cóctel compuesto por dos sustancias, entre ellas el clorhidrato de Midazolam.

El Centro de Información sobre la Pena de Muerte, una organización sin ánimo de lucro, considera que el clorhidrato de Midazolam puede ser poco efectivo como sedante y provocar que el condenado sienta un dolor innecesario cuando se le suministren los otros fármacos.

A principios de febrero, el gobernador de Washington, Jay Inslee, suspendió la aplicación de la pena de muerte en ese estado norteamericano alegando que existen numerosas dudas sobre la pena capital y demasiadas fallas en el sistema.

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