A 22 años de autogolpe, fisuras entre huestes fujimoristas

Lima, 5 abr (PL) Los síntomas de división entre los seguidores del encarcelado expresidente Alberto Fujimori parecen acentuarse hoy, al cumplirse 22 años del llamado autogolpe de 1992, que la mayoría de los analistas y las fuerzas políticas consideran un hecho reprobable.

El aniversario dio pie anoche al estreno callejero de una nueva agrupación fujimorista, «Avanza Fuerza Libertad» encabezada por William Paco.

Paco es abogado de Fujimori y dice haber iniciado los trámites de su registro electoral por orden del exgobernante, quien cumple una condena de 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad y corrupción.

El nuevo grupo (cuyas iniciales coinciden con la consigna «Alberto Fujimori Libertad») duplica al partido Fuerza Popular (FP), encabezado por Keiko Fujimori, hija del preso.

Sin embargo, los dirigentes de FP y Paco, por separado, sostienen que no tiene fines electorales y solo busca la libertad del exjefe de Estado.

Lo que diversos analistas se preguntan es por qué entonces el abogado ha iniciado gestiones para conseguir el registro electoral del nuevo grupo, a lo que se agrega que Paco afirma que el lanzamiento de candidatos por la flamante agrupación puede decidirlo solo el recluso.

Paco encabezó ayer una pequeña marcha y una concentración de nostálgicos del gobierno de Fujimori (1990-2000), en la que leyó una carta del exmandatario en la que justifica y reivindica como mérito histórico el autogolpe del 5 de abril de 1992, cuando, aliado a los militares, cerró el parlamento, intervino el poder judicial y estableció la censura de prensa.

La misiva insiste en sostener que la crisis económica y la subversión de grupos armados justificaban el cuartelazo, pese a que dirigentes políticos coinciden en que fue un hecho nefasto que jamás debe repetirse y que ante esos problemas Fujimori tenía facultades delegadas por el parlamento.

La prédica del exgobernante y la facción de sus seguidores contradice los intentos de Keiko Fujimori y legisladores que la secundan, de marcar distancias de aquel suceso que ella ha definido como mal necesario que nunca debe repetirse.

La división asoma también en el hecho que ni Keiko Fujimori ni su hermano y parlamentario Kenji, ni parlamentario alguno de su partido, estuvieron en el festejo de la víspera.

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