Colombianos marchan en Bogotá por la paz y la democracia

Bogotá, 9 abr (PL) Las calles del centro de Bogotá vivieron hoy otra intensa jornada de movilización en la que rostros de todas las edades, muchos de ellos familiares de víctimas del conflicto armado y sobrevivientes, clamaron por una paz con justicia social.

Miles de campesinos, indígenas, afrocolombianos, obreros y estudiantes de varias zonas del país atravesaron gran parte de la céntrica carrera séptima hasta la Plaza Bolívar en una marcha pacífica en la que recordaron también al líder popular Jorge Eliecer Gaitán, en el aniversario 66 de su asesinato.

Los colores rojos, azules y amarillos de la bandera colombiana se mezclaron una vez más con el blanco como símbolo de paz, una paz esquiva por más de 50 años y que hoy sienten más cerca con la esperanza puesta en la mesa entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).

Con cánticos, carteles y consignas en las que se leían «más cultura, menos tortura» o «por una educación que nos enseñe a pensar y no a obedecer», los manifestantes, la mayoría de ellos jóvenes, abogaron por la unidad.

De las muchas banderas ondeaban las de Unión Patriótica (UP), un partido de izquierda surgido en 1985, como resultado de las conversaciones de paz entre el Gobierno de Belisario Betancour y las FARC-EP.

Dos candidatos presidenciales, ocho congresistas, 13 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y alrededor de cinco mil militantes de la UP fueron sometidos a exterminio físico y sistemático por grupos paramilitares en esa época. Muchos crímenes de estos permanecen aún en la impunidad.

Entre la multitud resaltaban los rostros tristes de muchas madres y abuelas portando el retrato de sus hijos, de esposos, de hermanos, de nietos, que no volverán nunca más a casa.

Estamos aquí para exigir al Gobierno que haya verdad, justicia y reparación integral con garantías de no repetición, declaró a Prensa Latina Blanca Nubia Díaz, miembro del movimiento de víctimas de crímenes de Estado.

Somos desplazados indígenas del departamento de La Guajira que llegamos hasta este lugar para ratificar que sí hay crímenes de Estado. No a la impunidad, sostuvo.

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