Washington, 9 abr (PL) El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, participará hoy en una ceremonia en memoria de las víctimas del tiroteo ocurrido hace una semana en la base militar de Fort Hood, Texas.
Esta es la segunda vez que Obama, quien asistirá a las honras junto a su esposa Michelle, va a Fort Hood. La primera fue en noviembre de 2009, después de otro tiroteo en esa base militar que dejó 13 muertos.
La nueva masacre ocasionó cuatro muertos, incluido el atacante, un soldado de 35 años de origen puertorriqueño identificado como Iván López que se suicidó. La tragedia dejó al menos 15 heridos.
De acuerdo con los informes, López era un veterano de la guerra de Irak que recibió tratamiento por problemas mentales.
En septiembre del año pasado, Aaron Alexis, un contratista de la Armada de 34 años de edad, accedió a una base de la marina en Washington y masacró a 12 personas antes de ser abatido por la policía. Según trascendió después, Alexis tenía desórdenes psíquicos.
El lunes Daniel Christoph Yealu, de 29 años, agredió una estación policial en California, con saldo de un agente lesionado.
Cuando se iniciaron las investigaciones, Yealu tenía en su automóvil una escopeta, un rifle de precisión calibre .233, dos ametralladoras y un rifle de asalto AK-47 modificado.
El tema de la violencia con armas de fuego, ha escalado aquí niveles insospechados, la punto que el propio presidente Obama la ha calificado de epidemia nacional y ha pedido cambiar la situación del país para evitar evitar que los tiroteos sean una rutina.
De acuerdo con datos oficiales, el índice de muertes por arma de fuego en Estados Unidos es 10 veces superior a cualquier otro país desarrollado.
A los empeños políticos para el control de armas se opone la poderosa influencia de la Asociación Nacional del Rifle.
En los últimos tiempos, la sociedad estadounidense ha sido conmocionada por matanzas como la de Tucson (Arizona, 2011, seis muertes), la de un cine de Aurora (Colorado, 2012, 12 fallecidos) y el asesinato de una veintena de niños de primaria en diciembre de 2012 en Newtown, Connecticut.