NSA espiaba comunicaciones de estadounidenses en aerolíneas

Washington, 10 abr (PL) La entrega de datos personales por parte de compañías proveedoras del servicio de Internet inalámbrico (Wifi) en aerolíneas estadounidenses a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) ahonda el escándalo de espionaje protagonizado por Washington.

De acuerdo con una carta a la Comisión Federal de Comunicaciones Gogo, uno de los más grandes proveedores de Internet para las aerolíneas nacionales en Estados Unidos, el abogado de la entidad, Karis Hastings, admitió haber violado la ley de privacidad de datos personales y colaborado con la NSA.

En el diseño de su red, Gogo trabajó en estrecha colaboración con las autoridades para incorporar funcionalidades y garantías que estuvieran al servicio de la seguridad pública y nacional, reconoció Hastings, en una carta filtrada por la revista The Wired.

Sin embargo, existen otras empresas que voluntariamente también violan la ley de privacidad de los pasajeros.

De acuerdo con la publicación, Panasonic Avionics, otro proveedor de Wi-Fi en los aviones, también ha decidido ampliar sus capacidades técnicas y agregar una funcionalidad especial para que la agencia de espionaje vigile el tráfico de Internet.

El 1 de abril James Clapper, director Nacional de Inteligencia, reconoció por primera vez que la NSA espió de manera intencional las comunicaciones de estadounidenses, al amparo de una ley aplicable solo a extranjeros.

La agencia espió sin orden judicial los contenidos de las comunicaciones y no solo los denominados «metadatos», que incluyen la duración de las llamadas y los números a los cuáles se conecta un usuario, respondió Clapper en una carta a preguntas del senador demócrata por Oregon, Ron Wyden.

Esto es inaceptable y plantea graves cuestiones constitucionales que representan una amenaza real a los derechos de privacidad de los estadounidenses, argumentaron en un comunicado Wyden y el senador Mark Udall, demócrata de Colorado.

En su declaración, ambos senadores urgieron al Congreso a asegurarse de atajar cualquier vacío legal, a fin de exigir al organismo de inteligencia que debe demostrar primero una causa probable de delito antes de focalizarse en escudriñar las comunicaciones de estadounidenses.

La NSA se encuentra envuelta en un mayúsculo escándalo que ha puesto en aprietos a la administración del presidente Barack Obama frente a sus tradicionales aliados, luego que el extécnico de ese organismo, Edward Snowden, revelara el rastreo de las comunicaciones de ciudadanos, empresas y líderes políticos de unas 35 naciones.

A mediados de enero, el gobernante emitió una directiva con nuevas reglas para la recolección de datos, al tiempo que prometió que los servicios de inteligencia cesarán de controlar las comunicaciones de líderes de los países aliados.

Sin embargo dejó en claro que las operaciones de espionaje continuarán en todo el mundo.

Deja tu comentario