Obama recuerda ley de derechos civiles, pero hay cuentas pendientes

Washington, 10 abr (PL) El presidente Barack Obama participó hoy en Austin, Texas, en el acto conmemorativo por los 50 años de la promulgación de la Ley de Derechos Civiles, una materia en la que Estados Unidos todavía tiene cuentas pendientes.

Obama asistió a la celebración junto con sus antecesores, el republicano George W. Bush y los demócratas William Clinton y James Carter.

La semana pasada Carter habló en la biblioteca presidencial Lyndon B. Johnson (1963-1969) en Austin, donde lamentó que los progresos en las últimas cinco décadas en cuanto a desigualdad racial «han sido más tímidos de lo esperado».

Johnson fue impulsor durante su mandato en la elaboración de la Ley de Derechos Civiles (Civil Rights Act), que promulgó en 1964.

Según Obama, Johnson luchó con todos los medios contra el fuerte rechazo político a superar la «paralizante herencia» de la discriminación, una cuestión no superada aún en el país.

De hecho, no pocos políticos y organizaciones estadounidenses estiman que la nación tiene una gran deuda con la aplicación del Acta de los Derechos Civiles.

En ese sentido, se documentan brechas que marcan las diferencias como el que la mayoría de las personas encarceladas son afroamericanas o de otras minorías étnicas.

También dentro del sistema judicial ocurren procesos cuestionables señalados por su perfil racial, un ejemplo el caso de George Zimmerman, un exvigilante blanco, exonerado de culpas el pasado año tras el asesinato a tiros de un joven negro desarmado en 2012.

Además, son muestra de los problemas en materia de derechos civiles las persistentes desigualdades salariales entre hombres y mujeres; el espionaje doméstico sobre los ciudadanos por las agencias de inteligencia nacional, el desempleo que sufren aquí mayormente los afroamericanos y latinos.

A lo largo de la historia, el Movimiento por los Derechos Civiles ha desarrollado una larga lucha, cuyo punto más trascendente fue agosto de 1963 en la denominada Marcha sobre Washington.

En aquella ocasión unas 250 mil personas se congregaron en esta capital para escuchar al defensor de los derechos civiles Martin Luther King, quien en su discurso «I have a dream» (Yo tengo un sueño) ofreció su visión de igualdad de negros y blancos.

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