Moscú, 13 abr (PL) El depuesto presidente ucraniano Víktor Yanukóvich llamó hoy al ejército y a la policía a evitar un baño de sangre en una operación ordenada por el gobierno golpista de Kiev contra los manifestantes en el este del país.
Yanukóvich denunció este domingo desde la ciudad rusa de Rostov del Don que Estados Unidos con su injerencia directa es responsable en el desencadenamiento de una guerra civil en Ucrania.
El mandatario depuesto tras el golpe de Estado el 22 de febrero último con el apoyo total de Occidente dijo que el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) John Brennan ordenó a las autoridades de Kiev a emplear las armas y con ello «provocar un derramamiento de sangre» en Ucrania.
Según la agencia rusa Ria Novosti, Brennan sostuvo en Kiev una reunión secreta con funcionarios de seguridad ucranianos, antes de que el Ministerio del Interior anunciara una operación especial contra los partidarios de una federalización en el oriente del país.
Una fuente sin identificar declaró a la agencia la presencia del director de la CIA en Kiev en medio de la ola de protestas que inundaron este fin de semana las calles en numerosas urbes ucranianas. Brennan se reunió con el ministro del Interior Arsén Avakov y el autodesignado presidente interino Alexander Turchinov.
Durante una comparecencia extraordinaria este domingo en la noche, Yanukóvich pidió a los soldados y a la policía a no acatar órdenes criminales contra el pueblo y alertó que Kiev lanzará una operación en el este asesorado por la CIA.
Como comandante en Jefe quisiera llamar al Ministerio del Interior y al Servicio de Seguridad a no cumplir órdenes criminales, no disparen contra la gente, insistió Yanukovich.
Advirtió que en las circunstancias actuales, Ucrania tiene un pie en la guerra civil, en alusión al fuerte dispositivo militar-policial desplegado por las autoridades golpistas hacia las regiones donde la mayoría de la población reclama un estatus de federalización.
En medio de informaciones contradictorias acerca de la situación en la ciudad de Slavyansk, en la región de Donetsk, el vicetitular de Interior Nikolai Velichkovich comunicó que movilizaron al batallón de reserva de la Guardia Nacional, integrado básicamente por combatientes de agrupaciones ultranacionalistas, en dirección hacia esa zona.
Entre los 350 efectivos (reservistas) hay combatientes de las autodefensas del Maidán, tropa de choque que tuvo papel protagónico en el escenario violento de las protestas en Kiev, que derivaron en el derrocamiento de Yanukóvich.
Reportes de la televisión ucraniana indicaron que el titular interino confirmó que usarán a las fuerzas armadas en la operación represiva a fin de evitar el escenario de Crimea, según declaró Turchinov.
El noticiario estelar del canal ucraniano Inter informó que los rebeldes tienen el control de Slavyansk y que no hay indicios sobre una «operación a gran escala» como se anunció en Kiev, salvo que sea secreta, según el reportero.
Tampoco hay reportes precisos sobre la cifra de muertos y heridos tras los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los partidarios de la federalización.
De otro lado, el extitular de Interior de Ucrania Vitali Zajárchenko alertó que las autoridades preparan provocaciones en las fronteras con Rusia en el este ucraniano, para desacreditar a los militares de ese país.
Una fuente no identificada por la agencia rusa Ria Novosti advirtió de que Kiev planea provocaciones contra las milicias populares en Donetsk y en Lugansk, donde los partidarios del referendo tienen control desde el lunes de la sede del gobierno regional y del Servicio de Seguridad, respectivamente.