Naciones Unidas, 13 abr (PL) Rusia demandó hoy en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el cese de la represión de las autoridades golpistas de Ucrania contra los manifestantes en el sureste del país, y llamó a un diálogo nacional genuino.
En una reunión convocada de manera urgente ante la escalada de violencia en ciudades ucranianas como Donetsk, Járkov, Lugansk y Mariupol, el embajador ruso en la ONU, Vitaly Churkin, señaló que en esos territorios hay mucha preocupación por el futuro y la presencia en los mismos de grupos radicales y neofascistas.
Diversos sectores en el sureste de la nación europea llevan días movilizados en rechazo al gobierno impuesto tras el derrocamiento en febrero del presidente legítimo, Víktor Yanukovich.
A partir de la represión ordenada en Kiev y del empleo de los mismos elementos radicales que sembraron el caos semanas atrás hasta propiciar la salida de Yanukovich, el diplomático pidió a la comunidad internacional detener la violencia contra el pueblo ucraniano.
Debe cesar la represión contra su propia gente, afirmó Churkin, quien instó a occidente a influir para que sus protegidos (las nuevas autoridades) dejen de usar la fuerza y realicen un diálogo inclusivo en el convulso país.
Respecto a las acusaciones de Estados Unidos y la Unión Europea de que Rusia es la responsable de las protestas en el sureste de Ucrania, el embajador descalificó esos criterios.
Basta ya de mentiras, Rusia no tiene nada que ver con lo que pasa, afirmó.
En la reunión de emergencia -una de las tantas celebradas en el Consejo de Seguridad desde el inicio de la crisis- el asistente del Secretario General de la ONU para Asuntos Políticos, Oscar Fernandez-Taranco, ratificó el llamado de la Organización a buscar una salida política al complejo escenario.
El propio secretario general Ban Ki-moon pidió la víspera en un mensaje cordura y calma a todos los involucrados, en aras de evitar peores consecuencias «que no servirían a los intereses de las partes».
Los representantes permanentes de Estados Unidos, Samantha Power; Reino Unido, Mark Lyall Grant; y Francia, Gérard Araud, insistieron en acusar a Moscú por las manifestaciones antigubernamentales y reiteraron su apoyo a Kiev.