Naciones Unidas, 14 abr (PL) El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dialogó hoy con el autodesignado presidente interino de Ucrania, Alexander Turchynov, a quien expresó preocupación por la crisis en ese país, y la necesidad de actuar con cordura.
Según el portavoz del Secretario General, Stephane Dujarric, durante la conversación telefónica, Ban trasladó su inquietud por la presencia de civiles armados en el sureste ucraniano, tanto entre los manifestantes antigubernamentales como los partidarios de las autoridades golpistas.
Además, insistió en la importancia de evitar cualquier paso que escale en escenarios de violencia, y de buscar un diálogo directo con Rusia para poner fin a la crisis de manera pacífica, precisó el vocero a periodistas acreditados aquí.
De acuerdo con Dujarric, el diplomático sudcoreano también dialogará con altos funcionarios rusos «en las próximas horas».
Las tensiones prosiguen este lunes en regiones del sureste de Ucrania, como la ciudad de Slavyansk, en Donetsk, donde defensores de la federalización y milicias populares se preparan para enfrentar la ofensiva anunciada por Turchynov, en la que participarán fuerzas especiales y grupos radicales calificados de fascistas.
Esos sectores violentos fueron la punta de lanza de los disturbios aupados por occidente que en febrero pasado llevaron al derrocamiento del presidente electo, Víktor Yanukóvich, y la llegada al poder de un gobierno encabezado por Turchynov.
Moscú rechaza a las nuevas autoridades, por ser fruto de una asonada golpista, mientras Estados Unidos y la Unión Europea las respaldan.
Rusia además condena las acusaciones de Kiev y de occidente, que la responsabilizan con las manifestaciones antigubernamentales en el sureste ucraniano.
La víspera, el representante permanente de Moscú ante la ONU, Vitaly Churkin, afirmó en el Consejo de Seguridad que su país no tiene interés en desestabilizar a la vecina nación.
El diplomático atribuyó las protestas y los llamados a la federalización al descontento generado por las autoridades en el poder en Kiev y a las preocupaciones por el futuro, dada su alianza con sectores radicales, los mismos que derrocaron a Yanukóvich.
Para Churkin, la escalada de tensiones en Ucrania es el resultado de la decisión de occidente y sus protegidos de ignorar los llamados a buscar la salida pacífica a la crisis, a partir de mecanismos como el acuerdo firmado por Yanukóvich con líderes opositores, el 21 de febrero.