Rechaza Argentina supervisiones del FMI

Buenos Aires, 14 abr (PL) El ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, aseguró hoy que es innecesario que el Fondo Monetario Internacional (FMI) haga una revisión periódica de las políticas económicas del país.

En rueda de prensa tras regresar de una visita de trabajo a Washington, Estados Unidos, Kicillof aclaró que la supervisión por parte de FMI, acorde con el artículo IV de sus estatutos, tiene peso para las naciones con reestructuración de deuda con ese organismo, pero esta no es la situación de Argentina, recalcó.

Como «no le debemos un centavo», señaló, «no es tema de trabajo con el Fondo ya que no hay necesidad objetiva; el FMI no es un acreedor del país, tenemos posiciones críticas», dijo en relación con la revisión.

Kicillof se reunió en Washington con la junta directiva de ese organismo -afirmó- para aclarar esas diferencias las cuales abordó en reuniones colectivas y bilaterales, que fueron de análisis, precisó.

Las periódicas misiones de supervisión del FMI que llegaban a Argentina durante la década de 1990 fueron abandonadas luego que el gobierno de Néstor Kirchner resolviera saldar toda la deuda que el país mantenía con ese organismo. Desde entonces el país no acepta supervisiones.

«Argentina tiene derecho a someterse o no a esta revisión y la verdad es que no hay hoy una necesidad objetiva para hacerlo», remarcó el titular en el Palacio de Hacienda, y recalcó: «Es una cuestión de decisión del país».

Aclaró así informaciones de la prensa opositora sobre su participación en las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington, y fijó posición acerca de uno de los aspectos que mantendría por el momento detenido un acuerdo con el Club de París, un monitoreo por parte del FMI de la marcha de las variables económicas del país.

El propio titular de Economía negoció con esa entidad crediticia que agrupa a varios países un acuerdo según el cual Argentina le pagaría la deuda pendiente que tiene con varios de sus miembros, ascendente a casi de nueve mil millones de dólares.

Kicillof también participó en la reunión del G-20, en la cual compartió la misma preocupación de otros países emergentes sobre el riesgo de graves problemas financieros y cambiarios, en caso de que la débil recuperación en los países centrales sea interpretada como el fin de la crisis.

El encuentro giró en el estado en que se encuentra la economía mundial después de la crisis de 2008 y «que seguimos viviendo», dijo.

En 2013 hubo una recuperación pero débil y desigual según las regiones del mundo de las que se trate. El mundo en su conjunto creció el pasado 3 por ciento pero las economías avanzadas, que habían sido las más golpeadas desde 2008, crecieron sólo 1,6 por ciento, señaló el ministro.

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