Primer ministro francés anuncia más medidas de austeridad

París, 16 abr (PL) El nuevo primer ministro francés, Manuel Valls, reveló hoy detalles de su programa de gobierno, el cual incluye disminución del gasto público y congelación de sueldos y pensiones, para cumplir con la reducción del déficit fiscal.

En una declaración al término del Consejo de Ministros, confirmó Valls el proyecto de bajar los gastos estatales en 50 mil millones de euros entre los años 2015 y 2017.

Ello supone recortes de 18 mil millones en la administración del Estado, 11 mil en las administraciones territoriales, 10 mil en la sanidad y 11 mil en el sistema social.

Esto se hace «no porque lo imponga Europa, no por cabezonería, no por ortodoxia, sino porque es la base de la credibilidad y de la confianza», justificó el primer ministro.

Dentro de las medidas figuran no aumentar los sueldos de los funcionarios hasta octubre de 2015, así como las prestaciones sociales y las pensiones, excepto las más bajas.

Valls recordó que uno de los objetivos de estos ajustes presupuestarios es también financiar el llamado Pacto de Responsabilidad, el cual consiste en exonerar a las empresas del pago de impuestos por 30 mil millones de euros, a cambio de crear puestos de trabajo.

Este programa es rechazado por sindicalistas y políticos de izquierda, quienes lo consideran un regalo a los patronos, sin suficientes garantías sobre el empleo.

«La cura de austeridad se anuncia severa en todos los dominios», asegura hoy el diario Le Parisien.

Mientras, el portavoz del Partido Comunista Francés, Olivier Dartigolles, advirtió sobre las consecuencias de estos recortes sobre las colectividades territoriales, la salud y la seguridad social, sobre todo para los retirados.

«El pacto de responsabilidad está grabado en el mármol de austeridad que supervisan de cerca la Comisión Europea y los empresarios», denunció Dartigolles.

Las críticas afloraron incluso dentro del gubernamental Partido Socialista, donde la senadora Marie-Noelle Lienemann consideró que las medidas serán desfavorables para las clases modestas y populares.

«El gobierno es duro con los débiles, y débil con los duros», expresó, por su parte, Thierry Lepaon, máximo dirigente de la Confederación General del Trabajo, quien consideró las medidas como regresivas y tendientes a acompañar una estrategia de austeridad.

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