Los ‘Caballeros Templarios’ y su relación millonaria con China

Mientras el gobierno de México y de China, hablaban sobre la necesidad de profundizar las relaciones comerciales, en la costa del Pacífico mexicano un grupo de narcotraficantes se encontraban haciéndolo realidad.

El cártel de los Caballeros Templarios, en la búsqueda de diversificar sus negocios (como los caracteriza), ha tenido tanto éxito exportando mineral de hierro a China, que les han dejado ganancias de millones y millones.

Este centro siderúrgico en el estado occidental de Michoacán, punto clave del tráfico de drogas y con un puerto de contenedores en rápida expansión, ocupa un lugar estratégico en la costa del Pacífico, que lo convierte en un punto de salida natural para el comercio con China.

Michoacán es el estado que produce más mineral de hierro en México, lo que resulta atractivo para los comerciantes chinos que atienden la demanda de acero de la segunda economía mundial y este negocio de minería es un blanco de oportunidad para bandas como los Caballeros templarios, que buscan ampliar sus fuentes de ingresos con negocios más legales.

La minería se explotaba de forma inmisericorde, donde salía el mineral y no salía ni en barcas ni en lanchas. Lo hacía por el puerto, por la aduana y se embarcaba, explicó el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, poco después de que la Marina ocupó el puerto el 4 de noviembre.

Los mineros por años denunciaron que eran víctimas de la delincuencia organizada que se había diversificado hasta hacerse del control de yacimientos en varias regiones del país.

De las regiones más afectadas se encontraba el noroeste del país: Sonora, Sinaloa, Nayarit y Colima, llegando hasta Michoacán, donde ahora se documenta el ‘modus operandi’ de los Templarios en complicidad con delincuentes chinos, mismos que han sido sus clientes desde hace años de recursos mineros ilícitos.

Aun así, después de que la Secretaría de Marina ocupara el puerto de Lázaro Cárdenas, no fue el fin del negocio, pues los delincuentes cambiaron de puerto y empezaron a operar desde Manzanillo, puerto donde hace unos días fuera asegurado un barco de bandera china con aproximadamente 70 mil toneladas de mineral de hierro con un valor calculado en decenas de millones de pesos.

Por supuesto ni el único ni el primero, puesto que investigaciones del comisionado Alfredo Castillo han descubierto que los chinos le pagan a Servando Gómez “La Tuta”, 11 dólares por tonelada de minerales que obtienen ilegalmente de minas que controlan o que roban de otras.

Al ser catado el barco detenido en Manzanillo, se encontró que llevaba en regla todos los papeles de las secretarías de Economía y Hacienda. Sin embargo, al realizarle un análisis de ADN al cargamento, resultó ser extraído de una mina en Michoacán, que no produce ese tipo de material ferroso, es más, al llegar a su ubicación, los investigadores descubrieron solo una lápida tipo panteón, de donde se supone extrajeron esas casi 70 mil toneladas de material ferroso, y de mina, nada.

Así es como los “Caballeros Templarios”, próspera a dimensionar el poder, esta banda criminal tiene experiencia en corromper a funcionarios y obtener pagos de empresas, negocios inmobiliarios y agricultores, entrando a la minería con aplomo y sus nexos con mafias internacionales, lo que ha llevado a enriquecer por años de “La Tuta”, y a fortalecer a la organización con el saqueo de los recursos del país, incrementando la invasión desmedida de chinos a territorio mexicano.

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