Exprimer ministro italiano mantiene actividad política pese a condena

Roma, 3 may (PL) La aplicación de una condena de un año con trabajos sociales para el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi para nada impide su actividad política de cara a las elecciones parlamentarias europeas.
De acuerdo con una disposición definitiva de un tribunal de Milán, dictada el pasado 15 de abril, Berlusconi fue favorecido con una sustitución del régimen de arresto domiciliario por el de trabajo social una vez a la semana y por solo cuatro horas.
Para ello, el tres veces jefe de Gobierno acudirá por primera vez el próximo viernes al centro de rehabilitación para ancianos y discapacitados Sagrada Familia, en la localidad de Cesano Boscone, cerca de Milán, para atender a enfermos de Alzheimer.
Sin embargo, las cuatro horas que pasará frente a los pacientes serán casi tres veces menos que las dedicadas por el magnate de 77 años a sus apariciones casi a diario en medios de prensa, sobre todo en televisión.
Frente a las cámaras, el multimillonario, dueño de casi el 90 por ciento de las medios de difusión en este país, lanza ataques contra sus rivales políticos y contra los magistrados, aún a riesgo de que ello provoque un cambio de régimen a su condena.
Un Tribunal de Vigilancia de la Penitenciaria de Milán estudia la posibilidad de introducir cambios en la forma de cumplir la sentencia para el también llamado Il Cavaliere, por sus reiteradas acusaciones contra los jueces.
Al comentar su condena inicial de cuatro años por evasión fiscal en el caso de su emporio mediático familiar Mediaset, Berlusconi estimó que ella estaba políticamente motivada y la calificó de ridícula y hasta de golpe de Estado.
La confirmación de la sentencia en el caso Mediaset llevó a que el Senado expulsara al exjefe de Gobierno en diciembre pasado, en atención a la ley Severino que prohíbe la permanencia en ese órgano de personas con sentencias de cárcel superiores a dos años.
El trabajo mediático desplegado por el multimillonario, pese a ser juzgado, está relacionado más bien con su afán de respaldar el avance de su resucitada formación Forza Italia (FI), con la cual irrumpió en la política en 1994, subraya la televisión capitalina.
Después de probar varias fórmulas, incluida la más reciente del Partido Pueblo por la Libertad, ahora dividido, la apuesta por la opositora FI esta en dudas a tenor con las últimas encuestas que la sitúan por debajo del 20 por ciento.
Tal respaldo popular amenaza con dejar a la FI como tercera fuerza política nacional, superada por el Partido Democrático, del primer ministro Matteo Renzi, y del irreverente Movimiento Cinco Estrellas, del comediante Bepe Grillo, destaca la prensa local.

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