Atacante de Arkansas, EE.UU., tenía problemas mentales

Washington, 4 may (PL) Un hombre armado que en el estado norteamericano de Arkansas mató a tres personas, entre ellas una niña, había abandonado recientemente un hospital psiquiátrico, confirmó hoy la policía.
El sospechoso del tiroteo, ocurrido en la tarde del sábado, fue identificado como Porfirio Hernández, de 40 años, dijo en conferencia de prensa el jefe policial de la ciudad de Jonesboro, Mike Yates.
Explicó que el sujeto irrumpió en una casa cerca de esa localidad armado con una pistola y comenzó a disparar, matando a un hombre de 38 años y a la menor, de 12, aunque en un inicio se informó que tenía 13.
En un establecimiento cercano a la vivienda, el propio atacante ultimó a otro individuo.
Durante el incidente también fueron heridas cuatro personas, de ellas dos niños de ocho y 10 años, respectivamente.
Hernández salió de una institución de salud mental apenas unos días antes, por lo que se está tratando de determinar cómo obtuvo el arma, señaló Yates.
En Arkansas, la posesión de tales artefactos es ilegal para cualquiera que haya sido condenado por un delito grave o por problemas de salud mental.
El reforzamiento del control de antecedentes es una de las medidas que propuso el presidente Barack Obama para evitar que personas desequilibradas o con problemas puedan comprar armas de fuego en el país.
En Estados Unidos suceden 86 muertes cada día por impactos de bala, una cada 17 minutos, nueve de ellas menores de edad.
Además hay suficientes pistolas y rifles en manos civiles como para armar a todo adulto de su población: entre 85 y 88 armas por cada 100 habitantes.
Por otra parte, una media de 268 personas son víctimas de armas de fuego (entre muertos y heridos), según estadísticas analizadas por organizaciones como el Brady Campaign to Prevent Gun Violence.

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