Rusia denuncia violaciones de los derechos humanos en Ucrania

Moscú, 5 may (PL) La Cancillería rusa entregó hoy al presidente Vladimir Putin un informe sobre la violación de los derechos humanos en Ucrania, entre noviembre de 2013 y marzo de 2014, tras el escenario de golpe de Estado consumado en ese país.
En una evaluación de la situación ucraniana en el llamado Libro Blanco, se caracteriza el fenómeno como una violación masiva de los derechos humanos, mientras la aparente demagogia seudodemocrática ha sumido a la población multiétnica de Ucrania en el extremismo, la anarquía y una profunda crisis de identidad nacional, señala el preámbulo de la publicación.
Según el servicio presidencial del Kremlin, se tomaron como base para el informe materiales de los medios de prensa rusos, ucranianos y occidentales; así como pronunciamientos de las actuales autoridades de Kiev y de sus partidarios.
Incluye además testimonios, entrevistas y observaciones desde los lugares de los acontecimientos, reunidas por organizaciones rusas no gubernamentales.
El portavoz presudencial, Dmitri Peskov dijo que el informe persigue en esencia dar publicidad y difundir los resultados de esa labor del ministerio de Asuntos Exteriores, la cual es de gran actualidad, incluso en la agenda del jefe de Estado, refirió el funcionario.
Moscú, a través de la Cancillería, ha denunciado con reiteración la persecución en Ucrania de activistas,  el arresto de dirigentes políticos opositores y la represión contra las ciudades del este y sur de ese país.
Tras el más reciente crimen en Odessa, que conmocionó a la opinión pública internacional, el Ministerio de Asuntos Exteriores condenó el terror indignante y la criminal irresponsabilidad de las autoridades de Kiev al arrojar la ferocidad de los grupos fascistas y radicales contra sus oponentes.
Advirtió en un comunicado la cartera diplomática que unido a la decisión de continuar la operación criminal en Slavyansk, la tragedia de Odessa es otra prueba de la apuesta de Kiev por el uso de la fuerza y la intimidación, que nada tienen que ver con los acuerdos del 21 de febrero y de la declaración de Ginebra del 17 de abril último, con la cual se comprometieron las actuales autoridades ucranianas.
En su artículo El silencio de los lobos, el investigador en temas geopolíticos internacionales Rick Rozoff comentó que no cabía esperar protestas ni lamentos de políticos de Estados Unidos y de la Unión Europea por la tragedia sangrienta del 2 de mayo en la Casa de los Sindicatos, en Odessa, donde murieron 46 activistas y resultaron heridos más de 200 personas.
Occidente no protestará ni lamentará los sucesos de Odessa, y tampoco los radicales fascistas se arrepentirán de sus atrocidades escribió el fundador de la organización pacifista StopNato.
Comparó Rozoff la barbarie en Odessa con los actos de la Wehrmacht de Adolfo Hitler durante la Segunda Guerra Mundial o de las bandas de matones de la Guerra de los Treinta Años en el siglo XVII.
Ni un solo miembro del Senado, ni uno de los 435 integrantes de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ni un solo europarlamentario condenará esos acontecimientos, deploró el experto internacional.
En medio de una condena masiva por esos hechos y los funerales de las víctimas en Odessa, el Ejército prosiguió este lunes con la ofensiva en el este para tomar las ciudades rebeldes de Slavyansk y Kramatorsk, donde se registraron combates con saldo de decenas de muertos y heridos.
Los milicianos denunciaron la participación de combatientes de la organización fascista Sector Derecho, mientras el ministerio de Interior envió a Odessa este lunes el batallón Kiev-1, creado recientemente con escuadrones de ultranacionalistas.
El ministro de Interior Arsén Avakov confirmó la continuidad de la fase activa de la operación militar a gran escala contra las ciudades rebeldes en el este de Ucrania, con tanques, blindados y la aviación.

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