Vaticano presenta informe ante comité de torturas de ONU en Ginebra

Roma, 5 may (PL) El Vaticano presentó hoy un informe al comité de la ONU sobre la Convención contra la tortura y otros tratos o castigos inhumanos (CAT), para aclarar acusaciones contra clérigos por abuso de menores.
Silvano Tomasi, representante de la Santa Sede ante la referida comisión en Ginebra, inició el primero de dos días de análisis de un Informe Periódico Inicial sobre la actitud de la Iglesia católica al abordar denuncias de casos de dirigentes religiosos participantes en abusos.
La presentación del documento, cuyo texto cita Radio Vaticano, se refiere a varias aclaraciones legales sobre decenas de casos de violación de menores, discutidos en enero pasado ante el comité de la ONU sobre los derechos de los niños.
Una de las precisiones señala que el Estado de la Ciudad del Vaticano es una subdivisión de la Santa Sede y destaca dificultades del primero al ejercer su jurisdicción para investigar casos fuera de ese territorio, sin vulnerar soberanías de otras naciones.
El Estado de la Ciudad del Vaticano, creado oficialmente en 1929, ratificó la CAT en 2002 y, de acuerdo con el informe presentado por Tomasi, desea la más amplia cooperación en la lucha en el orbe contra la violencia o la tortura, subraya el informe.
La oposición a las prácticas que causan graves sufrimientos, tanto mentales como físicos, figura en los principios de la enseñanza de la Iglesia católica, aclara el texto.
Una comisión de la ONU fue creada para debatir medidas concretas para poner fin a los casos de abuso de menores por parte de clérigos en el orbe y lograr la investigación y procesamiento de los involucrados, un aspecto en el que se avanzó poco hasta ahora.
A raíz de las discusiones sobre hechos de violación, se instituyó la consultiva Comisión Pontificia para la Protección de los Menores que celebró esta jornada su primera reunión.
Un comunicado del citado órgano afirma que en su momento propondrá iniciativas para fomentar la responsabilidad local en todo el mundo y el intercambio mutuo de «prácticas mejores» para la protección de todos los infantes.
Ello se realizará mediante programas de preparación, educación, formación y respuesta ante los abusos, destaca el texto oficial.
A la par del compromiso de católicos a que nuestras parroquias, escuelas e instituciones sean lugares seguros para los menores, nosotros nos comprometemos a asegurar que los niños y los adultos vulnerables estén protegidos de los abusos, indica el comunicado.

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