Rusia ratifica solidaridad con víctimas de neonazis ucranianos

Por Odalys Buscarón Ochoa

Moscú, 6 may (PL) En el memorial consagrado a la ciudad heroica de Odessa por sus hazañas durante la Gran Guerra Patria, ante las Murallas del Kremlin, continúan hoy concentrándose cientos de personas con claveles rojos para expresar su solidaridad con Ucrania.
Los rostros conmocionados por el asesinato de 46 personas y más de 200 heridos el 2 de mayo en la Casa de los Sindicatos de esa urbe ucraniana a manos de los aliados neofascistas de los gobernantes de Kiev, reflejan el impacto en la población rusa de ese crimen.
A pesar de la lluvia y el frío de primavera, cientos de civiles y militares de distintas edades, sexos y convicciones políticas esperaron la reapertura del Jardín de Alexandroski en horas de la tarde para patentizar su solidaridad, presenció Prensa Latina en el lugar.
El acceso al área fue cerrada para el público provisionalmente con motivo de las conmemoraciones por el aniversario 69 de la Victoria sobre el fascismo en la Tumba del Soldado Desconocido y la Llama Eterna.
Muchas de las personas que participaron en los homenajes a los caídos en la Gran Guerra Patria (1941-1945) también depositaron claveles rojos en el monumento que lleva la inscripción de la sureña ciudad portuaria ucraniana de Odessa.
Asimismo, la acción patriótica de la cinta naranja y negra de San Jorge protagonizada este año por la comunidad estudiantil de Rusia con la entrega del distintivo, además de simbolizar la lucha contra el fascismo se convirtió en expresión de solidaridad con quienes resisten.
La embajada de Ucrania en Rusia es otro sitio adonde concurren cientos de moscovitas y ucranianos residentes aquí para rendir tributo a los 46 muertos y 200 heridos en el incendio provocado por Sector Derecho y fanáticos del fútbol utilizados como instrumento de los ultranacionalistas ucranianos.
Con su presencia, respaldan los esfuerzos de Moscú para que la justicia se abra paso en relación con Ucrania.
La Cancillería rusa entregó la víspera al presidente Vladimir Putin un informe sobre la violación de los derechos humanos en Ucrania entre noviembre de 20013 y marzo de 2014, tras el escenario de golpe de Estado consumado en ese país.
En una evaluación de la situación ucraniana en el llamado Libro Blanco, se caracteriza el fenómeno como una violación masiva de los derechos humanos, mientras la demagogia seudodemocrática ha sumido a la población multiétnica en el extremismo, la anarquía y una profunda crisis de identidad nacional, señala el preámbulo de la publicación.
Según el servicio de prensa del Kremlin, se tomaron como base para el informe materiales de medios periodísticos rusos, ucranianos y occidentales; así como pronunciamientos de las actuales autoridades de Kiev y de sus partidarios.
Incluye, asimismo, testimonios, entrevistas y observaciones desde los lugares de los acontecimientos, reunidas por organizaciones rusas no gubernamentales.
En tanto, la Cámara Social de Rusia alista una demanda contra el gobierno ucraniano ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por la masacre en Odessa, perpetrada por escuadrones neofascista en complicidad con los cuerpos policiales.
Las autoridades ucranianas tienen que responder por los asesinatos masivos de civiles en Odessa y en otras ciudades de ese país, afirmó Georgui Fedorov, miembro de la cámara de expertos.

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