Ucrania sumida en una guerra civil, afirma activista

Moscú, 6 may (PL) La masacre cometida en Odessa por grupos fascistas y la operación represiva en el este con saldo de numerosas víctimas confirman el inicio de una guerra civil fratricida en Ucrania, advirtió hoy aquí la activista ucraniana Tatiana Guiorguieva.
Ninguna de esas muertes puede considerarse aisladas u ocasionales producto de un supuesto accidente, por lo que estamos ante una abierta confrontación armada interna, comentó Guiorguieva en declaraciones a Prensa Latina.
Consternada visiblemente por los recientes acontecimientos del 2 de mayo en su ciudad, Odessa, como testigo del incendio intencional de la Casa de los Sindicatos por la organización fascista Sector Derecho, la activista dijo no sorprenderle que las autoridades de Kiev no hayan manifestado ni una sola frase de condolencia por los muertos ni arrepentimiento.
No esperamos pésame alguno de la gente que llegó al poder, pues en realidad no se les puede considerar personas y sabemos perfectamente las fuerzas que están detrás de esa monstruosidad, agregó la joven ucraniana, considerada una víctima de la persecución política por su participación en las protestas contra el régimen de Kiev.
Denunció que las nuevas autoridades han sumido a Ucrania en un baño de sangre y «trabajan tenazmente por el desplome, la desintegración y el ocaso de Ucrania».
Agregó que tampoco cabe esperar un pronunciamiento de condena de Occidente por los hechos en Odessa después que los patrocinadores de los golpistas de Kiev culparon al defenestrado gobierno y a Rusia por los muertos en el Maidán, el escenario de las protestas lideradas por la entonces oposición pro occidental con el fin de derrocar al presidente legítimo, Víktor Yanukóvich.
Dijo que el caos y el conflicto interno en su país de hecho convienen a las fuerzas externas que amparan a la junta.
Según Guiorguieva, carecen de fundamento las culpas proferidas a Rusia por el régimen de Kiev y sus patrocinadores occidentales sobre un supuesto suministro de armas a las milicias del este ucraniano.
¿Puede darse crédito a esa propaganda?, preguntó la activista, ante tantas pérdidas de vidas humanas, los cientos de muertos y heridos como saldo de la operación represiva contra la resistencia popular en esas ciudades.
Advirtió que solo se trata del comienzo de un plan terrible, pues resulta imposible medir hasta dónde llegarán los actuales gobernantes, después del crimen atroz y canalla en Odessa.
La activista ucraniana aclaró en una rueda de prensa que las autoridades informaron sobre 46 muertos para evitar una consternación mayor en la opinión pública, pero en realidad dentro del edificio yacían calcinados más de 50 cadáveres, según constató en el lugar.
Otras personas que allí se encontraban en el momento del asalto y el incendio provocado por los fascistas con los cócteles Molotov (bombas caseras) fueron lanzadas desde el tercer piso, incluidas mujeres y ancianos, denunció Guiorguieva.
Afirmó que los neonazis impidieron que las ambulancias socorrieran a los heridos y hasta golpearon a los médicos, mientras la policía también impidió el auxilio a las personas atrapadas en el edificio.

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