Panamá, 10 may (PL) Aunque el Ministerio de Seguridad de El Salvador insiste en que el expresidente de ese país Francisco Flores está refugiado en Panamá, el gobierno de Ricardo Martinelli se mantiene en silencio al respecto.
Flores está desde ayer en la lista de Interpol de los prófugos más buscados, mientras sigue sin respuesta pública el llamado del presidente saliente salvadoreño Mauricio Funes a Martinelli para que no le conceda asilo a Flores, pues no es un perseguido político sino un delincuente común.
Las versiones más insistentes en Panamá son que la expresidenta Mireya Moscoso lo tiene escondido en una de sus viviendas o yates, y aunque lo ha desmentido admite que Flores es su amigo.
Sus detractores recuerdan que Moscoso, a cambio de cuatro millones de dólares, liberó ilegalmente a Luis Posada Carriles y otros tres criminales sancionados en Panamá en un caso relacionado con un frustrado atentado al líder de Revolución cubana, Fidel Castro.
A Flores se le acusa de peculado por 12 millones de dólares en una donación de 15,3 millones que otorgó a El Salvador el gobierno de Taiwán.
El ministro de Seguridad salvadoreño, Ricardo Perdomo, presume dos supuestas rutas que utilizó Flores para ir a Panamá, una marítima desde el estero de Jaltepeque, y otra un vuelo privado que lo trajo directamente a este país.
La Interpol acogió, por gestiones de la Policía de El Salvador, la orden de captura que la jueza Marta Rosales emitió el 6 de mayo.
Prensa Latina indagó en dos ocasiones con funcionarios de la Cancillería panameña sobre esas denuncias salvadoreñas, pero no ha recibido respuesta.
El Salvador insiste en que expresidente Flores está en Panamá
