Obispos católicos en EE.UU. presionarán por reforma migratoria

Washington, 12 may (PL) Miembros de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) anunciaron hoy nuevas acciones de presión al Congreso el 29 de mayo, con el fin de concretar la reforma de las leyes de inmigración.
El presidente del Comité de Migración de la USCCB, Eusebio Elizondo, explicó en un comunicado que líderes católicos de varios estados del país viajarán hasta Washington y presentarán a los miembros de la Cámara de Representantes el mensaje Ahora es tiempo de actuar.
El también obispo auxiliar de la ciudad de Seattle insistió en la necesidad de que la Cámara baja debata y avance en la adopción de la reforma migratoria que permita regularizar el estatus de más de 11 millones de personas indocumentadas.
La inacción equivale a apoyar el actual estado de cosas que debe modificarse a juicio de la mayoría de los estadounidenses, sostuvo.
De igual forma, anunció la celebración de la Misa por los inmigrantes y familias inmigrantes en la iglesia católica del Capitolio, el propio día 29.
El pasado 1 de abril, la USCCB efectuó en Nogales, Arizona, una misa de recordación a los centenares de inmigrantes que tratan cada año de entrar al país, además de exigir la modificación de las leyes migratorias.
Cerca del muro que separa a Estados Unidos de México, el servicio religioso estuvo encabezado por el cardenal de Boston, Sean O’Malley, quien reclamó a la administración del presidente Barack Obama detener las masivas deportaciones de indocumentados.
Como asunto moral, nuestra nación no puede seguir empleando un sistema de inmigración que divide a familias y niega acceso a protecciones legales básicas para nuestros hermanos, argumentó en ese momento el obispo auxiliar Elizondo.
De acuerdo con cifras oficiales, el Gobierno demócrata ha expulsado del país en sus cinco años de gestión a más de dos millones de personas sin papeles.
La USCCB es una de las entidades que junto a activistas proinmigrantes y entidades defensoras de los derechos humanos intenta presionar al Congreso para acabar de destrabar la reforma migratoria, empantanada en aguzados desencuentros entre demócratas y republicanos.
Ambas partes defienden posiciones divergentes, entre la apertura de un proceso para optar por la ciudadanía y la negativa de los conservadores a favorecer la naturalización por considerarla una amnistía para quienes, aseguran, violaron la ley.

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