Republicanos en EE.UU. insisten en construcción de polémico oleoducto

Washington, 12 may (PL) El senador republicano por el estado norteamericano de Carolina del Sur, Lindsey Graham, promociona hoy sendos anuncios televisivo y radial donde exige a la administración del presidente Barack Obama autorizar la construcción del polémico oleoducto Keystone XL.
Los anuncios ven la luz a pocas semanas de que el legislador se enfrente con seis candidatos republicanos afiliados al movimiento ultraconservador Tea Party en las elecciones primarias del sureño estado.
En el material audiovisual, Graham es destacado como el primer senador estadounidense en visitar las arenas alquitranadas de Alberta, la provincia canadiense desde donde se proyecta extender el ducto de unos dos mil 753 kilómetros hasta la zona costera de Texas, en el golfo de México.
El mensaje radiofónico critica que la nación norteña siga importando unos 400 mil millones de dólares anuales de petróleo extranjero.
Graham arremete contra la administración Obama a la cual acusa de carecer de una política racional de energía y negarse a aprobar la construcción de las tuberías, objeto de un agudo enfrentamiento entre partidarios y opositores al proyecto.
La administración Obama ha tratado de postergar una decisión motivada, según expertos, por sus repercusiones políticas ante la proximidad de las elecciones legislativas de noviembre, en las cuales se renovará un tercio del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes.
A inicios de abril, el diario digital The Hill comentó que el gobernante demorará la resolución sobre el oleoducto hasta después del sufragio porque su aprobación podría manchar la imagen del Partido Demócrata en bastiones como California y Nueva York, y también entre agrupaciones ecologistas que fueron un apoyo clave para la reelección del jefe de Estado.
Un rechazo ayudaría a la oposición republicana en sus dominios de Nebraska y Texas, por donde pasaría la tubería, y cuyas autoridades presionan por su instalación.
Obama evitó tomar una resolución en 2012 también por sus ambiciones electorales, cerró el año pasado sin dar una respuesta y detuvo el plan dos veces desde su anuncio a mediados de 2011, recordó el rotativo.
El Partido Republicano, la industria del petróleo, algunos sindicatos y el gobierno canadiense defienden la iniciativa argumentando que el proyecto con la empresa TransCanada creará 20 mil empleos en ambas naciones, impulsará la economía nacional y aliviará la dependencia del crudo del Medio Oriente.
Sin embargo, expertos, grupos indígenas, ecologistas y agricultores aseguran que el crudo bituminoso genera tres veces más gases de efecto invernadero, destruye áreas boscosas y consume grandes cantidades de agua dulce.

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