Brasil vive otra jornada de protestas previo a Mundial de Fútbol

Sao Paulo, 21 may (PL) Al anunciado paro hoy de empleados de la Policía Civil en 14 estados de Brasil se suman otros de choferes de ómnibus y educadores en Sao Paulo, donde una veintena de terminales amanecieron cerradas.
La paralización de los investigadores, peritos y otros agentes incluye cinco de las 12 capitales estaduales sedes de la Copa Mundial de Fútbol, que se celebrará entre el 12 de junio y 13 de julio próximo.
Según el sindicato Confederación Brasileña de los Trabajadores de la Policía Civil (Cobrapol), los empleados demandan un reajuste salarial, equiparar los sueldos en todas las instituciones de este cuerpo en Brasil, pues en algunos estados la paga es muy superior, así como solicitan mejores condiciones de trabajo.
Además de los civiles, policías federales cruzarán también los brazos en varias ciudades para reiterar su solicitud de alza del 15,8 por ciento de los salarios, afirmó el líder de la Federación Nacional de este cuerpo, Jones Leal.
Queremos que el Gobierno atienda nuestras reivindicaciones, pues desde hace siete años la paga no se reajusta, aseveró Leal al anunciar que el sábado venidero habrá una nueva reunión de los sindicatos en Sao Paulo, para definir los próximos pasos.
En Río de Janeiro, las comisarías trabajarán con el 30 por ciento de su personal, mientras en Sao Paulo y Minas Gerais sólo se efectuarán actividades esenciales, como arrestos y traslados de detenidos.
En Brasilia no habrá paralización, pero si una reunión en la tarde en el Museo de la República y una marcha para exigir cambios en la institución y una mejor valoración del personal.
Con este paro serán afectadas las investigaciones criminales, la emisión de visas y pasaportes, así como otras actividades relacionadas con el servicio a la población.
Esta protesta de 24 horas coincide con la continuación de la huelga de conductores y cobradores de autobuses en una veintena de terminales de Sao Paulo.
La empresa que administra el transporte público en esta urbe señaló que varias zonas de esta ciudad están afectadas por la falta de vehículos.
El prefecto de Sao Paulo, Fernando Haddad, afirmó la víspera que la protesta lo tomó por sorpresa, pues hasta la víspera marchaban sin problemas las negociaciones entre el gremio de conductores y las empresas de transporte.
Se trató de una acción completamente inesperada, inadmisible e incomprensible, que la población pague los platos rotos por algo «que ni siquiera se sabía», subrayó.
Grupos de conductores bloquearon con sus vehículos la salida de ómnibus de las zonas de estacionamientos, mientras en varias terminales las llaves de encendido de los carros fueron sustraídas y los neumáticos pinchados, denunció.
Las autoridades municipales estiman que una fracción del gremio de Trabajadores del Transporte Público se mostró contraria con la marcha del diálogo del sindicato y decidió cruzar los brazos.

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