Satisfecho de llegar a una re negociación con sus principales inversionistas y esperando en un futuro cercano poder pactar con los que faltan, Alonso Orozco Soberón habló con la prensa para aclarar la situación actual de SEFISE; financiera de la cual es socio junto con Marco Antonio Soto y Juan Carlos Lecumberri.
2014 ha sido un año agridulce para Alonso Orozco Soberon. Por un lado, su relación con la empresaria Robertha Hakim y por otro lado poder vivir tan de cerca el crecimiento de su hija Isabella lo llenan de alegría. En contra postura, las dolorosas y falsas historias escritas por los tabloides acerca de su separación, las acusaciones que afirmaban era un padre desobligado y los rumores sobre un supuesto fraude, hicieron que el directivo de SEFISE, que generalmente es un hombre ecuánime, mesurado y siempre positivo, decidiera romper el silencio.
Aunque para él su vida privada es sagrada, el que callaotorga. Por tal motivo, Orozco Soberon, habló con los medios para dar parte de la situación actual de SEFISE y para pedirles que dejen de mal informar, porque dañan a terceros.
Antes de ahondar en los detalles, el empresario de 37 años dijo que el que nada debe nada teme y que, aunque los únicos que deberían de estar al tanto de la situación eran quienes decidieron invertir en SEFISE, era necesario hablar con los medios, porque sus historias comenzaban a afectar a su familia.
“Primero que nada quiero aclarar que no soy la clase de persona que hace negocios ilegales, ya sé que los empresarios que resonamos en los medios somos blanco de esas habladurías todo el tiempo, pero la realidad es distinta. Yo, como todos, trabajo para que mi hija tenga un patrimonio. Y perdón si no hablé con ustedes antes, pero pese a quien le pese los primeros para mí siempre han sido y serán mis inversionistas, mi prioridad es cuidar sus interesesy llegar a acuerdos con ellos, no aclarar chismes”.
Gracias a ésta entrevista, a diversos comunicados y a declaraciones de los propios afectados, hoy se sabe que, la empresa de la que es socio Alonso Orozco se puso en contacto con sus inversionistas una vez que la crisis de liquidez los superó. Así mismo, se sabe que no se trató de un desvío de fondos, como se especuló en los meses anteriores, sino de un incumplimiento de contrato por parte de dependencias municipales y estatales con las que la financiera tenía acuerdos de trabajo.
Por otra parte, cuatro inversionistas, representados por el bufete de abogados Oléa Oléa, hablaron con nosotros sobre los pormenores de la renegociación, el status de los pagos y el terrible circo mediático que propició este gran malentendido.
“Desde que los socios de Sefise nos comunicaron lo que estaba pasando, las cosas se han movido bien. En un inicio lógicamente estábamos molestos, porque pensábamos que nos habían estafado, pero luego de darnos cuenta de que no era así, disipamos nuestras dudas, llegamos a un acuerdo y nos han cumplido sin ningún retraso. Por último, queremosdejar bien claro que los tres socios se han portado a la altura de las circunstancias en todo momento”.