Discuten consecuencias después de accidente de avión en Alemania

Berlín, 27 mar (PL) Después de la caída del Airbus A320 de la línea Germanwings en los Alpes franceses, con 150 muertos, las aerolíneas alemanas sacan hoy las primeras conclusiones para su política de seguridad.
Varias empresas anunciaron introducir una regla que ordena la presencia permanente de dos personas en la cabina de mando. Según las investigaciones, el copiloto cerró la puerta al capitán de la aeronave para después dejar caer el Airbus deliberadamente.
En vista de estas primeras conclusiones se ha desencadenado un debate sobre las reglas para la tripulación en la cabina de pilotaje.
Mientras, los trabajos de rescate siguen en los Alpes, donde el avión cayó en la ladera de una montaña de difícil acceso.
Según Matthias von Randow, presidente de la Asociación de Tráfico Aéreo de Alemania (BDL), en lo sucesivo ningún piloto debe estar solo en la cabina.
En el transcurso de este viernes, representantes de la BDL se reunirán con funcionarios de la Oficina Federal para el Tráfico Aéreo para discutir la posible nueva regla.
Sin embargo, Von Randow agregó que el nuevo reglamento tendrá carácter transitorio, pues, avirtió que «lo peor que podemos hacer en este momento es tomar decisiones precipitadas».
Mientras, la policía registró la casa de los padres del copiloto en la región del Westerwald, en el estado federado de Renania Palatinado, y un piso de alquiler en la ciudad de Duesseldorf, donde vivía el hombre de 27 años, atendiendo un pedido de la policía francesa, que dirige las investigaciones.
Los agentes de la Policía de Investigación Criminal buscaron indicios sobre la posibilidad de una enfermedad sicológica del piloto.
Para la investigación, se analizarán sobre todo documentos y noticias personales, dijo un portavoz de la policía alemana.
Según reportes de medios alemanes, el joven piloto había interrumpido su formación profesional hace unos años para un tratamiento médico contra fuertes depresiones.
En la noche del jueves, familiares de víctimas llegaron al lugar de la catástrofe.
Sicólogos atienden a los parientes de los fallecidos, entre ellos diez miembros de un curso de español de un liceo alemán y sus dos profesoras.