Naciones Unidas, 6 may (PL) El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llamó hoy a la comunidad internacional a construir un mundo en paz, que destierre los horrores de las guerras y su devastador impacto humano.
La convocatoria del diplomático tuvo lugar durante la ceremonia de regreso a su lugar original, en la sede neoyorquina de la ONU, de la Campana de la Paz, un regalo realizado en 1954 por el pueblo japonés a la organización.
A partir de los trabajos de renovación de nuestra sede, la campana estuvo fuera de su sitio por cinco años, y hoy retorna a donde pertenece, la intersección entre la Asamblea General, el Secretariado y el Edificio de Conferencias, dijo.
De acuerdo con Ban, durante el último lustro demasiados seres humanos inocentes solo escucharon el sonido de las armas y las bombas.
«Ahora que la Campana de la Paz está en su casa, intensifiquemos nuestros esfuerzos para restaurar su mensaje en pueblos, ciudades y países alrededor del planeta», señaló.
El Secretario General consideró que el regalo japonés a la ONU constituye un símbolo del deseo colectivo de paz, en función del cual urge una mayor cooperación global.
La obra de 116 kilogramos de peso y un metro de alto fue elaborada con monedas de los delegados de 60 países que asistieron en París, Francia, a la XIII Conferencia General de Asociaciones pro Naciones Unidas, en 1951.
El activista Chiyoji Nakagawa, un sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial, tuvo la iniciativa de donar la campana a la ONU, como un símbolo de las aspiraciones de paz de la humanidad.
La ceremonia de retorno a su lugar de la Campana de la Paz se enmarca aquí en las actividades para celebrar el fin de la peor conflagración de la historia y el nacimiento de Naciones Unidas, hace 70 años.
En una sesión especial realizada la víspera, la Asamblea General de la ONU rindió tributo a las más de 60 millones de víctimas fatales de la Segunda Guerra Mundial, que concluyó con la derrota del bloque fascista.
Diplomáticos de los cinco continentes llamaron en sus intervenciones a desterrar del planeta la intolerancia, las ambiciones hegemónicas y los males sociales que crean condiciones para el estallido de la violencia.
ONU aboga por un mundo sin horrores de las guerras
