Ciudad de México.- El chikungunya se ha convertido en una amenaza mortal para los empobrecidos habitantes de las regiones de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, que reportan hasta 200 mil casos sin registro en las estadísticas oficiales de las autoridades de Salud desde el primer brote en 2014.
En Guerrero las víctimas empiezan a contarse por cientos y han reportado al menos seis defunciones por chikungunya, en plena tempera de huracanes y lluvias que castigan sin clemencia las pobres comunidades.
Las autoridades de salud carecen de un plan de prevención para amainar el brote de zancudos portadores de chikungunya en las zonas rurales de Guerrero.
En febrero pasado, la Secretaría de Salud estatal reportó la pérdida total de su bodega general de almacenamiento ubicada en Chilpancingo, a consecuencia de dos incendios.
La dependencia estatal informó que ambos incendios generaron una pérdida total de equipo y material pre-hospitalario, además de la papelería y de inmobiliario de oficina que ahí almacenaba.
De acuerdo con denuncias de habitantes de las regiones rurales de Guerrero, la Secretaría Estatal de Salud ha emprendido campañas de fumigación indiscriminada con pesticidas caducos o prohibidos por autoridades sanitarias de Estados Unidos.
“Los de Salud han empezado a fumigar con pesticidas caducos y otros que están prohibidos por las autoridades federales y de Estados Unidos, eso es un grave riesgo de salud para nosotros, también contaminan los arroyos y ríos”, relató el campesino Jorge Ramírez de la montaña de Guerrero.
El chikungunya es una enfermedad que transmiten los mosquitos portadores del dengue (Aedes aegypti y Aedes albopictus) y no hay vacuna ni cura para el tratamiento específico contra ella.
La expansión del mal paso creció un 17.9 por ciento del 25 de abril al 2 de mayo, ha hecho que la Secretaría de Salud ponga en marcha operativos de fumigación en zonas de Acapulco y Zihuatanejo.
Según datos de la dependencia sanitaria, en la zona se han detectado 586 casos positivos de fiebre del chikungunya, las cifras más elevadas del país.
Le siguen Oaxaca (243) y el vecino Chiapas, en la frontera con Guatemala (224). Hay además 13 casos en Colima y uno en Coahuila.
Las autoridades insisten en que con la llegada de las lluvias y el calor las fumigaciones no serán una medida suficiente para contener el chikungunya, si la población no ayuda limpiando los patios y evitando tener artículos que alojen al vector transmisor.
El mal se ha propagado por cinco entidades y hasta ahora no se han visto los reales efectos, debido a que las brigadas de salud no han registrado un censo y las víctimas optan por paliar remedios caseros contra la enfermedad.
La Organización Panamericana de la Salud registra un total de 24 mil 375 casos en toda América desde diciembre de 2013.
El virus se describió por primera vez en Tanzania en 1952, pero a partir de 2004 el Chikungunya provocó brotes masivos y prolongados en Asia y África, con más de 2 millones de personas infectadas.
En 2007 el virus llegó al nordeste de Italia y con posterioridad a Francia y Croacia. Hasta la fecha se ha detectado en más de 60 países.
Por sus síntomas, muy similares, la enfermedad puede confundirse con el dengue.
Además de fiebre y fuertes dolores articulares y musculares, produce cefaleas, náuseas, cansancio, erupciones en la piel y las personas que la padecen llegan a doblarse debido a las molestias. Contra el chikungunya no hay vacunas ni tratamiento concreto (sólo para paliar los síntomas).
La enfermedad se presenta entre tres y siete días después de la picadura del mosquito infectado y las manifestaciones duran entre 2 y 12 días.
La mayoría de los pacientes se recuperan, pero en algunos casos, las articulaciones pueden quedar dañadas para siempre, en algunos casos al conjugarse con la desnutrición u otros padecimientos provoca la muerte.
Fuente: InsurgentePress