El miércoles pasado, personal de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizó una inspección en el río Lerma para determinar el grado de contaminación que provocó un derrame de hidrocarburo de Pemex.
La inspección se realizó como parte de la denuncia que presentó el Ayuntamiento de Salamanca contra Petróleos Mexicanos, por la contaminación que se originó debido a un derrame provocado por una falla en el sistema de drenaje de la refinería Antonio M. Amor.
De acuerdo con inspectores de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), también se llevaron a acabo análisis del agua del cauce.
Por su parte, la directora de Medio Ambiente de Salamanca, María del Carmen Mejía Alba, dio a conocer que se tomaron muestras de agua que serán analizadas, así como se fiscalizó la labor para contener, con diques, el hidrocarburo derramado.
Mientras que el Alcalde panista de Salamanca, Justino Arriaga Rojas, reiteró su solicitud para que la empresa realice labores de saneamiento en el río.
El desastre ocurrió durante un lapso de cuatro días, cuando la empresa vertió al cauce hidrocarburo derivado de la falla en el sistema de drenaje, contaminación que se extendió por 16 kilómetros del río que atraviesa la mancha urbana de Salamanca.