«La Furia» chilena impulsa la producción independiente de su país

Por Irma Gallo

“Nosotros sentimos un nivel de indignación respecto del mercado del libro entendido como un producto netamente comercial”.

 

(N22)Nosotros no somos Quijotes. Nosotros no somos santos que andamos por ahí propagando la buena literatura a cambio de nada, aseguró Dauno Tótoro, escritor, editor e integrante de La Furia.

Conformada por 30 sellos editoriales independientes, el colectivo chileno La Furia, es un grito de protesta contra los abusos de los grandes consorcios editoriales y el nulo papel del gobierno de su país, Chile, en la promoción de la lectura.

El colectivo participó en la VI Feria del Libro Independiente, y buscará que editoriales mexicanas promuevan sus publicaciones en Chile.

Editores enfurecidos

“Nosotros sentimos un nivel de indignación respecto del mercado del libro entendido como un producto netamente comercial”.

Lo que el colectivo hace es recoger una producción literaria que está fuera del circuito de las trasnacionales del libro. Porque están convencidos de que Chile no es sólo ese producto de exportación de 10 o 12 autores que se conocen a nivel internacional, “producto de un mercadeo muy fuerte de las trasnacionales, y tampoco es un cementerio de viejas glorias, muy importantes por cierto, pero viejas glorias como Neruda o Mistral”.

El Estado, ¿ciego y sordo ante las editoriales independientes?

Ese es un terreno que nosotros hemos ido ganando gracias a nuestra organización. Un terreno que ha sido favorecido casi exclusivamente a las grandes editoriales en nuestro país. Ellos han estado participando desde hace muchos años en las ferias internacionales con el apoyo del Estado, promocionando a sus autores en las ferias internacionales, agregó Ítalo Retamal.

Gracias a su furioso empeño, este colectivo ha logrado ocupar un tercio del stand de Chile en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara; además, este año a fueron invitados a LéaLA, Feria del Libro en Español de Los Ángeles, a la Feria del Libro de Buenos Aires, Argentina, y a Frankfurt.

Por si fuera poco, este colectivo de editoriales y otras que no pertenecen a éste, están por promover una nueva Ley de Libro para su país.

Se propone difundir la lectura y los textos de todas las editoriales, de toda la propuesta editorial que hay en Chile en colegios, en universidades, en lugares públicos, en bibliotecas y evidentemente a nosotros nos interesa, nos gusta que eso sea así porque no ha sido así en la realidad. Hoy día las compras del estado han ido apuntadas solamente a las grandes editoriales, concluyeron.

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