Mónica Huarte: vida y actuación

Por Carlo Bernal

Media Barba la trae de vuelta a los escenarios. La historia de Harry Kellar, famoso por su acto de levitación, es el pretexto para ver a esta actriz nacida en Distrito Federal haciendo lo que más disfruta: teatro.

Pero, ¿Quién es Mónica Huarte?

20150706_011912549_iOS (1)

¡Qué pregunta tan difícil! Es alguien que ama lo que hace, que trata de tener una mirada positiva ante la vida y que tiene la fortuna de estar viva. Lo sabe y cada día es una oportunidad para hacer las cosas bien. También es alguien que se equivoca y es demasiado perfeccionista, demasiado exigente.

Como artista, creo que mi bandera es la pasión. Amo lo que hago profundamente, soy muy disciplinada, estudiosa y muy entregada. Trato de retarme todo el tiempo. Siempre trato de buscar más allá, y más que fama, busco una reputación.

Y reputación es lo que ha conseguido en casi veinte años de carrera, pues su presencia en numerosas obras de teatro inició con Las tremendas aventuras de la Capitana Gazpacho. Ha sido su labor en cine, y en el musical Mentiras lo que le ha permitido una mayor visibilidad.

Me siento mucho más cómoda en el teatro. Es como mi casa, me siento con las armas para salir adelante en cualquier situación. Además, me encanta el proceso de estar semanas analizando un texto, el trabajo de mesa me vuelve loca, primero es un papel y luego le das vida. En cine es todo muy acelerado. Tú trabajas sola en casa y llegas al set, te encuentras con el director por primera vez y con el actor que vas a besar, pero el cine tiene algo que al verte en pantalla se vuelve como adictivo.

La televisión es la que menos conozco y la que más me cuesta por la velocidad que implica.

Media Barba transcurre entre actos de magia, más de 25, realizados por los actores de este montaje que tendrá una corta temporada.

¿Una obra de teatro, un show o un espectáculo de magia?

Las tres cosas. Es un espectáculo de magia que se une con el teatro, además estas dos artes son hermanas porque como actores hacemos la ilusión de ser quienes no somos y de jugar una ficción que no existe. Hacemos que el espectador juegue con su imaginación. La magia tiene esta cosa de asombrarte y de volverte niño, algo que también tiene la actuación. Es un sueño.

La obra contó con la asesoría del reconocido mago mexicano, Chen Kai y es un homenaje a algunos de los magos más famosos en la historia como el ya mencionado Harry Kellar, David Bamberg (Fu Manchu) y Howard Thurston, entre otros.

¿Qué va a encontrar el público que asista a Media Barba?

Mucha diversión, mucha magia y una historia. Personajes exóticos vestidos de la época victoriana que tratan de estar en el presente pero nomás no les sale. El público va a volver a su infancia al ver los actos de magia, a pesar de ser adultos van a volver a la mirada de asombro que es muy lindo.

¿Conocer los secretos de la magia ha sido un tanto amargo?

Para mí, lo más fuerte fue conocer el “detrás de”; a mí la caja que vuela me volvía loca. Me preguntaba: -¿Cómo hacen eso?- y cuando supe el truco, un pedacito de corazón se me rompió.

La obra escrita por Joserra Zúñiga plantea un reto actoral y de mucha destreza, lo que se percibe en algunos momentos en los que los diálogos parecen naturalmente improvisados y los actos de magia perfectamente realizados.

Siento que como actores, si pasa algo lo improvisas, o arreglas el vestuario, o si a alguien se le va una línea lo salvas; pero en la magia como todavía no la he hecho tan mía aún, de repente cuando algo sale mal hay momentos de tensión pero también hay que jugar con ella.

El camino ha sido largo y en algunos casos, doloroso en todos sentidos. Hace unos meses tuvo que abandonar la puesta en escena “Mame” debido a una fractura en el tobillo durante uno de los ensayos.

Más allá de sumirse en la desesperación, Mónica Huarte se replanteó algunas cosas y ahora parece arriesgar como actriz y productora.

Adquirí los derechos de una obra que se llama Constelaciones. Hoy la leía en la mañana y se me salían las lágrimas porque decía,- esto es lo que quiero decir-. Este es un texto que voy a producir, voy a poner mis ahorros ahí; siempre dicen que no pongas tus ahorros pero siento que este texto merece estar en el escenario. Es una historia de amor, es importante para mí hablar de esto, me mueve el alma. Hay textos que de repente llegan a tus manos y en estos momentos esto es lo que quiero decir, y Constelaciones es algo que quiero hacer realmente.

Sus apariciones en cine la han identificado como una actriz de comedia, sin embargo, su búsqueda actual parece enfocarse por otros caminos.

Un día leí: “la comediante Mónica Huarte” y me ardí, me dio un coraje… ¡yo soy actriz ¿cómo que la comediante?!

A partir de ahí me entró una necesidad de hacer drama a como diera lugar. Me puse un poco –ya no voy a hacer más comedia- me fui a Los Ángeles a la escuela de Stella Adler, a estudiar drama y mi maestra me decía: -no te imagino haciendo comedia.

¡Eso es lo que quiero! Que me vean como una actriz completa. Pasó una historia con una película que ensayé mucho tiempo y al final no se hizo y entonces entendí que la comedia es mi regalo, y justo cuando solté la idea de “tengo que hacer drama” y abracé la comedia otra vez, llegaron otros proyectos como Lobos por corderos, que es un dramón, y ahora Constelaciones, que también es tremenda.

¿Hay algún sentimiento que le dé miedo tocar o acercarse?

El enojo me cuesta un poco de trabajo. El llanto y la tristeza, no tengo ningún problema, entro ahí en blandito, pero la fortaleza, el ser valiente, estar por encima de los demás, me cuesta muchísimo.

Su gusto por la actuación lo motivó su padre quien solía llevarla a obras de teatro en el Centro Cultural del Bosque, además de que despertó en ella la pasión por la música. Fue en la adolescencia cuando vio Amor sin Barreras que decidió no sólo ser actriz, sino una profesional de los musicales lo que la llevó a formar parte de los exitosos montajes, Mentiras y Avenida-Q.

¿Broadway es una meta, una obsesión, un sueño?

Obviamente es un sueño, Nueva York en general, como que actuar en Nueva York sí es algo que desde que decidí ser actriz siempre pensaba en Broadway. A veces lo veo cerca y a veces lo veo lejos. Es un espejismo que a veces se vuelve sólido porque creo en mí, me veo ahí; y a veces se empieza a diluir.

Pero creo que esté donde esté, en México o Nueva York, en Los Ángeles, en donde sea como que no importa que sea una obra chiquita, Microteatro o una obra grandota, trato de dar lo mejor de mí. No importas si es en Broadway o en el Voilá. Y a veces pienso que me voy a ir allá (a Broadway) en algún momento.

En Media Barba resulta hilarante el acto de los desaparecidos. En México no parece necesitarse mucha magia para que eso suceda ¿Cuál es su punto de vista al respecto?

Terrible. Justo, Lobos por corderos habla de eso. Es una escuela, niños que se mueren y tratar de tapar, de hacer justicia por dinero y creo que por eso en cuanto vi el texto me dije –tengo que hacer esto a como dé lugar-. El teatro es a veces, ese espejo que permite darte cuenta. Siento que nos hemos hecho cada vez más permisivos. Las cosas que antes parecían terribles ahora las empiezas a ver normales y no podemos permitir que se vuelva normal, que la cifra aumente y nos mostremos insensibles ante eso. Mi única manera de poner un granito de arena es a través del teatro. Y si una obra de magia te hace decir –quiero volver a ser niño y volverme a sorprender, también una obra como Lobos por corderos te hace pensar -¿yo aceptaría dinero por callar, sería capaz de hacer algo así?

Cuando pasó lo de Ayotzinapa me entró –yo tengo que hacer algo por México- y mi única guarida desde donde puedo levantar mi voz, mi único bastión es el teatro. Por eso agradezco estar en Lobos por corderos porque es un microcosmos que refleja el México que vivimos.

Necesitamos abrir los ojos y levantar la voz. Necesitamos dejar de quedarnos callados y pensar que esto es normal, necesitamos exigir y empezar por tu pequeño mundo, con el de al lado, soy un poco idealista, pero creo que si al de al lado lo abrazas, si le das amor es como una cosa de que al final todos somos uno. Hasta los que matan son parte de tu sociedad, entonces empieza con tus acciones, más que pedirle a los demás que dejen de hacer, empieza con contagiar a los demás de amor, aunque suene un poco ridículo en estos tiempos, sí creo que el amor puede cambiar la conciencia.

Su trabajo parece abrazar en el escenario.

Trato de dar vida a personajes que a lo mejor puedan hacerte pensar cosas.

Media Barba se presenta los domingos 12 y 19 de julio, a las 18:00 horas en Voilá (Plaza Antara), Polanco, boletos en Ticketmaster.

Lobos por corderos se estrena el martes 04 de agosto a las 20:30 horas en Círculo Teatral (Veracruz 107, colonia Condesa)

Deja tu comentario