Crónicas negras*

Edomex-DF: delincuencia policial desatada

Por Víctor M. Navarro

Hay una zona de nadie para toda aquella persona que se le  ocurra transitar de Naucalpan o Tlalnepantla al DF. Pasando el TOREO y la  avenida Primera de Mayo, entre esos letreros que dicen Estado de México –Límite Distrito Federal, contamos con  un espacio habilitado por los policías municipales para robar, en el más puro estilo de la delincuencia organizada; y esto no es de hoy.

Una camioneta oficial nueva y equipada, presta para lo que se necesite, con cuatro elementos a bordo, uniformados y con todas las de la ley; detuvieron a un compañero del medio periodístico hace un par de semanas, se le cerraron arteramente y golpearon su vehículo. Con lujo de violencia lo maltrataron, lo sometieron, lo ningunearon y le robaron cartera, celular, credenciales; de su camioneta con sabia experiencia se apropiaron del estéreo con pantalla, una maleta de herramientas, dos chuchulucos y lo más que pudieron. Al amigo  lo maniataron, lo dejaron inerme y huyeron con tal prestancia y habilidad que no pudo el agredido ver placas, apenas rostros entre golpes y amenazas… que rápidos y efectivos son, dedujimos: su jefe estará muy orgulloso de ellos.

El agredido regresó a su camioneta, arrancó, encorajinado y creyendo en la justicia  se dirigió a la agencia del ministerio público ubicada en la Delegación Miguel Hidalgo (JA¡JA¡JA¡): “…no amigo hay que ir a denunciar a la Fiscalía para Delitos de Servidores Públicos, pero acuérdese que se quedaron con sus credenciales y le puede ir peor, además ni va a recuperar lo que le robaron…¡Para qué le hace al cuento!

En la escuela nos daban clases de Civismo, estos servidores públicos dan clases de CINISMO. No es la primera que ocurre en esta zona, apenas tres semanas antes a un trabajador de Banamex le pasó lo mismo, de la misma manera y con la misma violencia; algo cambió porque este funcionario tuvo que denunciar el hecho ya que habían  robado documentos oficiales y un tarjetón con sellos de gobierno, y la magia llegó; por lo menos aparecieron las credenciales que traían chip especial y oficial, un folder con facturas; lo demás (dinero, celular, objetos de la guantera del auto, y algunos enseres personales) se quedaron en algún lugar del infinito.

Hace algunos meses a una compañera que trabaja en una televisora oficial también se la aplicaron; regresaba de una fiesta realizada en Naucalpan, venía con su novio, los detuvieron; no se dejaron robar por el comando delincuente policial, pero en la Agencia del Ministerio Publico Estatal si les esquilmaron una lana; acá entre la gente del DF se comenta: lo sabemos, la policía del Edomex son unos perros, y unos reverendos rateros.

Por su seguridad no doy mis fuentes, son compañeros periodistas; pero   Jorge Rodríguez Macías, Sociólogo de la UNAM y amigo de la infancia, me platicó otro lindo encuentro, y el sí con los dos arrojos que le caracterizan expresó: “Son unos sátrapas, gente que era pueblo, prietos como nosotros y ahora rateros uniformados: venía de casa de mi novia, ella vive en el centro de Naucalpan. Me dirigía al periférico para abordar el pesero, eran más de las diez de la noche, venía cansado, me detuve un momento a reposar en la banqueta; de pronto, de la nada,  llegó una patrulla, me dijeron que quería robar y andaba viendo cómo lo hacía… me cayeron gordos y los mandé a la goma; me aplicaron gas en los ojos, me golpearon, me robaron la cartera, el reloj, el dinero que traía y se marcharon…yo grité policía, policía…y me dije como soy baboso”.

El cronista tiene otro dato de un taxista que un día, no hace mucho tiempo, me trajo de Naucalpan a la calle de Marina Nacional; en el camino me sugirió que si nos paraba una patrulla del EDOMEX dijera que éramos familiares, porque si no se la dejaban irineo todita; yo le dije soy periodista no se preocupe… ¡entonces mejor bájese!

Ahora solo hago un comunicado existencial: señor director de la policía del estado de México, encargado del área de Naucalpan; sí saben de estas anomalías allí les encargo mi existencia, la semana que entra tengo una fiesta por aquellos lares, no quiero ser otro periodista asaltado, ninguneado o humillado por sus selectos guardianes del orden. Atentamente el que nada debe.

CURIOSIDADES: El pasado mes de abril fue destituido de su cargo el Titular de Seguridad Pública en Tlalnepantla, Ricardo Carmona, según notas periodísticas fue acusado de pedirles un “moche” diario de $1000.00 (mil pesos) a los elementos a su cargo (literalmente los mandaba a robar); EL ENCARGADO DE Seguridad Pública en Naucalpan, Alonso Cansino Aguilar: ¿sabe cómo se comportan y asaltan los hombres a su servicio?…el Comisionado de Seguridad Ciudadana del estado,  Eduardo Valiente Hernández, ¿estará enterado? Y en el piso de arriba, el señor Gobernador Eruviel Ávila ¿tendrá una opinión al respecto?…habría que preguntarles.

 

*Crónicas Negras se publica en el periódico semanal LA COMISIÓN (Informar también es sencillo…),  búsquela los lunes con su voceador o consúltela en lacomision.net

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