Republicanos en EE.UU. luchar por limpiar su imagen ante los votantes

Washington, 14 feb (PL) Los principales candidatos republicanos a la nominación partidista para las elecciones presidenciales de noviembre se atacaron con fuerza durante el debate celebrado anoche en Greenville, Carolina del Sur, buscando mejorar su imagen.
Ante la cercanía de las cruciales primarias en este estado, los seis participantes se enfrascaron en fuertes enfrentamientos verbales, especialmente Donald Trump y Jeb Bush, aunque los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, también convirtieron el escenario en centro de duras críticas.
Necesitado de llegar al 20 de febrero con una buena imagen ante un voto mayoritariamente conservador, el exgobernador de Florida Bush tuvo, tal vez, su mejor desempeño en este tipo de intercambio en lo que va de carrera.
En repetidas oportunidades atacó al multimillonario Trump por sus posiciones y mensajes sobre las mujeres, los discapacitados y como una figura que es un insulto para la carrera, según dijo.
En el debate con el puntero en las encuestas sobre la actuación de su hermano y presidente George W. Bush sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001, Jeb tuvo un aliado inesperado en el senador por Florida Marco Rubio, a quien le disputa el respaldo del llamado establishment republicano.
Según comentarios de políticos y medios de prensa, Bush tuvo una noche muy buena para sus aspiraciones de repetir a la dinastía familiar al frente de los destinos del país.
También otro que aspira a ser endosado por la cúpula partidista, el gobernador de Ohio, John Casich, estuvo bien durante su participación, en especial cuando dijo que los estadounidenses están enfermos de una campaña negativa y en la que, afirmó, va a mantener una actitud positiva.
Creo que soy un unificador y es lo que siente la gente, subrayó el político que se vende como una figura conservadora pero pragmática.
Pese a que fue el blanco de críticas de sus rivales por su mensaje controvertido y por estar al frente de los sondeos en Carolina y a nivel nacional, Trump tuvo también buenos momentos en sus intercambios con Bush y Cruz.
El «showman» republicano está al frente de las encuestas nacionales y muy delante en Carolina del Sur, donde un promedio de consultas entre los potenciales votantes lo ubican con más de 18 puntos de ventaja sobre su más cercano rival, el senador Cruz, a quien reiteró las acusaciones de ser un mentiroso.
Destaca que en su despedida Trump pronunció frases que calan entre los electores: los políticos hablan mucho pero no actúan, la principal justificación en su campaña, lo cual causa rechazo entre el establishment.
Por su parte, Cruz, otro de los punteros tuvo un desempeño equilibrado aunque no se mostró como una figura de peso como en otros debates y fue blanco de ataques como el de Trump que lo calificó como «un tipo desagradable».
Otro que se jugaba mucho en la noche, el senador Rubio, no tuvo errores de peso en su desempeño tras su desastroso quinto puesto en las primarias de New Hampshire, lo que pudiera ayudarlo a mejorar su imagen entre sus seguidores.
El otro participante, el neurocirujano retirado Ben Carson, evidenció una vez más que ya nada tiene que hacer en la carrera por la presidencia y muchos se preguntan qué espera para hacer lo inevitable, la retirada.
Un aspecto que impactó con fuerza en el noveno encuentro del partido rojo fue la muerte del juez de la Corte Suprema Antonin Scalia, un icono conservador cuyo relevo será centro de fuertes disputa entre el gobierno demócrata y los republicanos en el Congreso.

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