AMLO SÍ ESTÁ OBSESIONADO CON EL PODER: RAÚL FLORES

Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sí está obsesionado con el poder y a muchos de los que trabajamos varios años con él y para su proyecto, nos consta, afirmó el Presidente del Partido de la Revolución Democrática en la Ciudad de México, Raúl Flores.

El dirigente perredista indicó que si el líder de Morena verdaderamente luchara por ideales y principios, como lo asegura una y otra vez, no hubiera dividido a la izquierda, que es la única opción que tiene nuestro país para transformar el actual modelo económico y social que mantiene a la mayoría de los mexicanos viviendo en la pobreza.

Recordó que muchos de los militantes del PRD, a quienes hoy por hoy López Obrador no tiene empacho en denostar y hasta insultar, lo apoyaron con recursos cuando estuvieron al frente de diversos cargos públicos; inclusive eran citados en sus oficinas privadas en la colonia Roma para pedirles que «apadrinarán» en sus nóminas a dirigentes que le servían para realizar su trabajo político.

Ello, aunado al apoyo que se les demandó para la Asociación Civil Honestidad Valiente y para comenzar el tiraje del periódico «Regeneración», órgano de difusión que sirvió al ex perredista para arrancar su «Movimiento de Regeneración Nacional», antecedente de su instituto político.

Flores García, quien fue Director General del Mejoramiento Integral del Centro Histórico de la Ciudad de México cuando López Obrador era el Jefe de Gobierno, precisó que muchos a quienes AMLO hoy desconoce y llama rateros trabajaron políticamente de manera intensa alrededor de toda la República para llevarlo en dos ocasiones a la candidatura presidencial, y aunque destacó que varios de ellos diferían en muchos de sus métodos y definiciones que tenía para ejercer su poder sin generar acuerdos políticos necesarios, confiaban en que todas las estructuras del PRD con su liderazgo podrían comenzar a generar los cambios que urgía el país.

No obstante, el líder del Sol Azteca recordó que tras perder la elección presidencial del 2012, y en su afán de tomar decisiones sin generar procesos consultivos democráticos como los que caracterizan al PRD, López Obrador ante la derrota, en lugar de hacer un llamado a todas las fuerzas de izquierda para reagruparse y definir en conjunto nuevas estrategias como el aprovechamiento de la trinchera legislativa contra la maquinaria que llevó a Enrique Peña Nieto al poder, decidió dinamitar el proyecto de la izquierda mexicana que había venido en una ruta de unidad y fortalecimiento desde el triunfo arrebatado a Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, para dar paso a la formación una agrupación monolítica y oscura que es el partido de un sólo hombre que reproduce, con una fachada de izquierda, el despotismo priista del cual proviene.

«La lucha de AMLO no es sincera, pues no dista de otras prácticas que caracterizan a lo peor del llamado «sistema político mexicano» o «mafia del poder».

«Espero que José Agustín Pinchetti, Claudia Sheinbaum y Javier Lamarque no padezcan también lagunas mentales acerca del compromiso ininterrumpido que en su momento tuvimos hacia ellos durante mi gestión como delegado en Coyoacán», concluyó el Presidente del PRD-CDMX.

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