¿Y en dónde está lo gratuito?

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

A inicios de la próxima semana inician las clases para educación básica que comprende primaria y secundaria, por lo que ya se ha visto en ésta semana un movimiento cada vez es más intenso en la medida que avanza el fin de semana, para comenzar con el incremento del tráfico.

Tampoco podemos negar que para los padres de familia tener que enfrentar el golpe económico de la compra de útiles y uniformes escolares, incluyendo la famosa cuota para la sociedad de padres; que “no es obligatorio” y que realmente al final de cada año nunca rinden cuentas sobre el uso del dinero, pero en fin; no deja de ser un gasto que si lo sumamos a todos los preparativos para el nuevo regreso a clases, suman aproximadamente dos mil quinientos pesos por cada pequeñín.

La peregrinación inició desde los comienzos de la primera quincena de agosto, donde se han visto decenas de padres de familia corriendo por las calles del centro de la ciudad, con los chiquillos agarrados de las manos, para conseguir ofertas de uniformes y útiles escolares; así que ya se podrán imaginar el escenario, todos con las caras desencajadas porque no completan de tiempo y dinero cuando se tiene más de un solo hijo.

Aunque para algunas tiendas que ofrecen dicho servicio donde siempre esperaban este jugoso mes de venta; no han registrado la misma afluencia como en otros años. Algunas de las razones que explican los comerciantes, es que ahora los padres de familia, sobre todo al mejor administrador del hogar o sean las mamas, ante la situación económica general por la que pasa el país, han hecho rendir el dinero, tratando de ahorrar lo más que se puede.

Para quienes tienen más de un solo hijo los uniformes van pasando como si fuera algún objeto hereditario, al igual que los libros, y todo aquello que pueda ser recuperable. Tanto para los hijos mayores, o las familias que solamente tienen uno solo; procuran reciclar los cuadernos que todavía pueden ser utilizados cambiándoles nada más el color del forro.

En cuanto a las famosas mochilas que andan de moda, simplemente los papas se hacen los sordos ante las peticiones de los menores, y también a reciclarlas si están en buenas condiciones. Dejando así las compras principalmente en cuadernos, lápices de colores y plumas.

Por otro lado, buscan uniformes baratos que han salido al mercado por negocios departamentales que años anteriores no tenían ese tipo de servicio, simplemente por mencionar las tiendas “Del Sol”, han extendido su variedad de productos escolares abriendo el nuevo departamento de calzado escolar, así también las tiendas “García”, entre otros más.

Aparte de la cuota que se le da a la sociedad de padres de familia, la que varía en cada escuela, pero que va desde los doscientos pesos a ochocientos cincuenta pesos; también existen las cuotas de salón, es decir, cada alumno debe de entregar dinero a sus maestros destinado a actividades de días festivos, como el día de San Valentín, el de la Amistad, el de la Madre, del Padre, inicio de la primavera, etc. , y por último no olvidemos el costo de la matrícula por alumno que anda en un promedio de los trescientos setenta pesos.

Para muchos padres de familia esto significa todo un sacrifico económico y para poder amortiguarlo la única manera es buscando toda clase de ofertas para comprar lo básico, sin pensar todavía en el uniforme de invierno.

Aunque se dice que la educación es gratuita, muchos se preguntan en que parte del proceso de la educación de los hijos es gratuita, si nada más en cuotas de sociedad de padres no los bajan de doscientos pesos, matrícula trescientos setenta pesos, la de salón son cuatrocientos dando un total de novecientos setenta pesos y dependiendo de cada escuela público, ya sea Federal o Estatal, porque éstos costos suelen ser hacia a la alza porque aplican el famoso dicho que dependiendo el tamaño del sapo es la pedrada, pero supuestamente dichas asignaciones económicas no son obligatorias.

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