Políticos traidores

Por Blas A. Buendía

El Vicecoordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la Asamblea Legislativa (ALDF), Raúl Flores, criticó a aquellos que se dicen a favor de la vivienda popular y al mismo tiempo impulsan políticas y esquemas para hipotecar a favor de los grandes intereses inmobiliarios el futuro de la ciudad.

Durante una reunión de trabajo con el Consejo para el Desarrollo Urbano Sustentable (Conduse), el diputado local dijo que desafortunadamente en la Ciudad de México la construcción de vivienda no está contemplando el modelo de desarrollo urbano que requiere la sociedad actual ni las necesidades de la mayoría de los capitalinos.

Enfatizó que no hay una política de vivienda equilibrada y justa en la ciudad, sino un esquema que sólo ha favorecido a una pequeña esfera conformada por inmobiliarios y por personas que pueden pagar departamentos de dos millones de pesos en adelante.

“Cuando se decretó el Bando Dos, el entonces jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador, obvió las consultas a la gente y sólo nos dijo ‘aquí hay una acción ejecutiva y el modelo de desarrollo es éste’, basado en las calenturas del gobernante y eso no puede seguir sucediendo. El modelo de desarrollo tiene que hacerse conforme al plan de la ciudad, proyecto que debe privilegiar a la mayoría de los ciudadanos, porque si le damos preferencia a los que tienen dinero para invertir estaremos torciendo la posibilidad de desarrollo de la ciudad”, recalcó.

En presencia del Secretario de Desarrollo Urbano capitalino, Felipe de Jesús Gutiérrez, el perredista afirmó que en la Ciudad de México existe un desarrollo que hasta el momento ha favorecido la exclusión y la desigualdad, pues diariamente se sigue expulsando a miles de personas hacia los estados conurbados porque se dice que ya no hay suelo en la capital para construir vivienda.

Pero destacó que en realidad sí lo hay, sólo que su precio se ha incrementado debido a que la especulación que generan las parálisis normativa para desarrollar vivienda social está a la orden del día, esto motivado por un conveniente «círculo vicioso» dado que las inmobiliarias no respetan las reglas que existen para construir el tipo de vivienda que necesitan las familias de la clase trabajadora.

«El único modelo de vivienda que se está imponiendo es aquel que incluye spa, gimnasio, centro comercial y toda una serie de “amenities” que representan un lujo para la mayoría de la gente. Sólo que la gente de a de veras lo que necesita son espacios públicos para la convivencia y no amenities que nos quieren vender o insertar para mantener un modelo de negocio inmobiliario que sólo beneficia a algunos desarrolladores y al 20 por ciento de la población que tiene necesidad de una vivienda».

En este sentido, el también presidente del PRD en la Ciudad de México, afirmó que la Constitución de la Ciudad de México no podrá convertirse en instrumento de cambio si no se logra revertir el modelo de negocios que vislumbra al centro comercial como el único lugar de esparcimiento y deje de lado a la capital como un espacio vivo donde los niños jueguen, donde los adultos mayores tengan una vida digna y que ofrezca bienestar a los habitantes en cada una de las actividades que realicen.

“No es que uno esté en contra de la iniciativa privada, sino de hacer una ciudad única y exclusivamente para la iniciativa privada, tampoco estamos a favor de una ciudad al estilo del socialismo soviético, donde se construyan casa sin ton ni son para que después se vuelvan lugares grises sin privilegiar los espacios públicos».

«La Constitución de la Ciudad de México fracasará si no se pone al ciudadano como eje central en la toma de decisiones en una verdadera política pública de creación social del hábitat pues si no se frena la especulación y  la voracidad comercial, no será con retrocesos como los que entrañaría  seguir el modelo Estado de México, entidad donde no hay transporte público de calidad, ni vivienda digna, ni programas de desarrollo urbano ni respeto al uso de suelo. Si ese es el modelo que se quiere seguir estaremos cayendo en un error irreversible y con graves consecuencias ambientales, sociales y económicas”, finalizó.

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