A TIRO DE PIEDRA: CARLOS JOAQUÍN REGRESARÁ AL PRI

Por Julian Santiesteban

La política es casi tan emocionante como la guerra y no menos peligrosa. En la guerra podemos morir una vez; en política, muchas veces
Winston Churchill

No es chisme, ni tampoco un despropósito, pero el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, quien hace un año salió de las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para contender, y a la postre ganar, la gubernatura, regresará a ese partido para tomar control del mismo, por una simple y sencilla razón: garantizar la gobernabilidad estatal.

Militante de ese partido no lo será, como no lo es de Acción Nacional (PAN) o del de la Revolución Democrática (PRD), pero como mandatario no requiere militancia, sino alianzas estratégicas para co gobernar; y con la inminente alianza del PRD con Morena, con rumbo al proceso electoral de 2018, y la revuelta interna desatada en el PRI para derrocar al aun dirigente tricolor, Raymundo King de la Rosa, que Joaquín González incida determinantemente en el futuro de ese instituto político es sólo cuestión de tiempo.

En la reunión realizada el fin de semana anterior en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, a la que asistieron más de un centenar de actores políticos priístas, se destacó que, además de renovar la dirigencia estatal, luego de que ello ocurra –tentativamente en junio de este mismo año-, las coaliciones que se determine establecer con el Partido Verde Ecologista (PVEM) se hagan en función de la presencia que este último instituto tiene, pues las errónea decisiones en ese sentido, además de la mala conducción política de los dos últimos gobiernos, es lo que ha ocasionó la pérdida de la gubernatura.

En términos llanos, la idea de co gobernar implica un acercamiento de nuevo con el ahora mandatario, un acto de contrición pues y la única vía para que, por lo menos en 2019, el PRI pueda ser competitivo de nuevo. ¿Que con ello se entrega el partido al mandatario? ¿Y no ya se le ha entregado a los verdes? Pero además recordemos las declaraciones que recientemente hiciera el diputado federal José Luis Toledo Medina, quien reveló que no aceptó la nominación del PRI a la gubernatura, pues el compromiso hecho a nivel nacional fue que, si se ganaba y luego de su administración, el siguiente gobernador sería un militante verde.

Ahora bien, el PRI sigue desgajándose, apenas ayer renunció Eduardo Ovando Martínez y con él se van sus seguidores. Es el político más representativo del sur actualmente, el único que cuenta con estructuras propias –aunque muchos lo cuestionen- y su camino político será ahora con Morena; de más está decir que el PAN no figurará en el proceso electoral de 2018 y el PRD lo hará si se alía con el partido de Andrés Manuel López Obrador. Por ello co gobernar con el PRI, una vez que se renueve, es el rumbo; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra.

P.D. La próxima semana, el 08 de febrero, se cumplirá apenas un año de la renuncia de Carlos Joaquín al PRI –aunque la carta enviada al PRI está fechada el 05 de ese mes-

 

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