A TIRO DE PIEDRA: MÁS DIPUTADOS ¿PARA QUÉ?

Por Julián Santiesteban

Como los políticos nunca creen lo que dicen, se sorprenden cuando alguien sí lo cree

Charles de Gaulle

El mapa geoelectoral de Quintana Roo está en constante transformación, pues la entidad acaba de sumar un distrito electoral federal más, por lo que ahora tendrá cuatro; mientras que las diputaciones locales tienden a concentrarse en la zona norte, con un abandono cada vez más acentuado del sur; sin embargo, la calidad de la representación ciudadana no ha mejorado, muy por el contrario, los legisladores parecen responder cada vez menos a los intereses de la sociedad, para concentrarse en la utilización de los espacios y las arcas públicas para beneficio de un puñado de “elegidos.”

Una evolución somera al desempeño de diputados federales evidencia que los intereses de la ciudadanía no preocupan a la novel, pero rancia clase política local, pues si el caso fuera, los diputados, por ejemplo, se hubieran opuesto a las reformas estructurales que ocasionaron los gasolinazos, además de lograr que las tarifas de energía eléctrica de retabularan en el estado y evitarían que Quintana Roo fuese catalogado en la región que tiene el precio de gas doméstico más caro del país, sólo por mencionar algunos temas.

En lo que se refiere a los diputados locales, la alternancia política en Quintana Roo no ha dado muestras de beneficio alguno para la ciudadanía, pues el discurso no ha pasado de acusar a las anteriores administraciones de medrar con los recursos públicos y la reversión del llamado “paquete de impunidad”, que no ha arrojado hasta ahora ninguna sanción contra ex funcionario público alguno; pero eso sí, los legisladores se han evidenciado como los más exquisitos sibaritas, disponiendo del presupuesto para el goce de residencias, vehículos de lujo y vuelos de avión a discreción; entre otros “beneficios” alcanzados por los “esforzados” legisladores que, a siete meses de haber entrado en funciones, no han presentado siquiera la agenda que desarrollarán en los poco más de dos años de gestión que les quedan.

Lo anterior viene a colación porque apenas esta semana, el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó el proyecto que otorga un distrito electoral federal más a Quintana Roo, y aunque dicha noticia debiera ser bien recibida, la mala gestión de quienes han sido hasta ahora legisladores –federales o locales- hace que el anuncio sea tomado, por lo menos, con reservas, pues en lo que hace a la representatividad ciudadana, lo que se requiere es calidad, no cantidad.

Este 2017, Quintana Roo cumplirá 43 años de haberse erigido como entidad federativa y su configuración geopolítica nunca será la misma, tendrá cuatro distritos electorales, tiene ya once municipios –de siete originales-; y su configuración demográfica ha hecho que los distritos electorales sean ahora mayoritarios en el norte; lo único que no cambia, para infortunio de sus habitantes, es lo malo de su clase política, tan joven en edad y tan vieja en vicios; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra.

 

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