FRENTE DE BATALLA: FIRMES CONTRA LA CORRUPCIÓN

Por Alejandro Armenta Mier

Durante los últimos días, hemos conocido por los medios de comunicación, la intención del PRI, de expulsarme. La razón: la denuncia del amasiato y las complicidades evidentes entre la dirigencia nacional y el ex gobernador de Puebla.

La corrupción se da entre las cúpulas de los partidos que ante los ciudadanos se muestran opuestos, pero que «bajo el agua» hacen negocios millonarios, incluso pasando por encima de los ciudadanos.

Desde el primer día como diputado federal en la LXIII legislatura, he denunciado una serie de abusos durante la administración panista pasada. Lo he hecho por diferentes vías y en diferentes momentos, pero siempre en congruencia con la conducta que he mantenido a lo largo de mi vida política.

El ambiente de corrupción que vivimos como mexicanos y que se manifiesta de manera más evidente en las esferas de poder, demanda de cada uno de nosotros una actitud responsable y congruente, sobre todo de quienes ejercemos una función de representación ciudadana, más allá de colores y de partidos.

Los infinitos abusos del ex gobernador panista de Puebla han sobrepasado los límites de las funciones de un servidor público mismos que han sido denunciados por personas con alta legitimación política y social; desde líderes del PAN, del PRI y de las izquierdas así como activistas sociales.

Como diputado federal y como militante del Revolucionario Institucional, por más de 32 años, he denunciado públicamente una serie de temas que lastiman a los poblanos, como las abiertas complicidades entre el ex gobernador y la dirigencia nacional del partido.

Rechazo categóricamente la aprobación de presupuestos sin asignación específica, los presupuestos ciegos que permiten a los gobernadores de todos los estados, hacer uso discrecional del dinero público, que de manera frecuente se traduce en desvío de recursos como lo que ocurre en Veracruz e indudablemente en Puebla.

Repruebo cualquier acto de corrupción, opacidad, abuso y saqueo. Continuaré sin descanso esta batalla que he emprendido por convicción y congruencia, hasta la victoria.

Deja tu comentario