A TIRO DE PIEDRA: LA REFORMA DEL CONGRESO

Por Julian Santiesteban

Dejemos que el pasado sea el pasado

Homero

Quintana Roo es el último estado que mantiene la figura de “Gran Comisión” como estructura organizacional del Poder Legislativo, pero su desaparición ha sido incluida en la agenda legislativa, y el actual –y al parecer último- presidente de ese órgano administrativo, Eduardo Martínez Arcila, adelantó que los trabajos para su desaparición iniciarán en breve; pero además reveló que la reforma será aplicada en esta misma XV legislatura, no en la siguiente.

La revelación del legislador es importante porque justamente esta semana, otra diputada, Leslie Hendricks Rubio, presentó la iniciativa para la desaparición de la Gran Comisión, por parte de la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI); con el apoyo de esa fracción y considerando que el Partido Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD) siempre pugnaron –cuando fueron oposición- para que dicha figura desapareciera, es cuestión pues de semanas para que ello ocurra.

Más aún, Martínez Arcila aseveró que la discusión se realizará junto con otras temáticas para hacer una reforma integral al Poder Legislativo –sin especificar los demás temas-, pero lo interesante es que la aplicación será en esta misma legislatura, lo cual no implica que el panista dejará de encabezar el Congreso, pues al crearse la Junta de Coordinación Política, dependerá de la organización que logren las fracciones.

En este espacio el escribiente ha destacado que la desaparición de la Gran Comisión desde el inicio del gobierno de Carlos Joaquín González representaba un error garrafal, pues se perdería toda posibilidad de gobernabilidad y de reversión de todas las normas creadas “a modo” al final de la administración de Roberto Borge Angulo. Ahora que la iniciativa priísta se ha presentado y Martínez Arcila ha señalado que iniciarán las discusiones para reformar al Legislativo, parece pues que la Gran Comisión ha cumplido el último papel que le estaba encomendado: el de posibilitar su propia desaparición.

Porque una cosa es segura, si el PRI hubiera logrado hacerse de la Gran Comisión de la actual legislatura, por supuesto que no existiría la iniciativa presentada ahora por la diputada Leslie Hendricks, por ello lucharon con lo poco que les quedaba de fuerza –numérica- para controlar el Congreso, pero la adhesión de último momento de dos diputados al bloque ganador, el ex priísta Juan Carlos Pereira Escudero, y el de Nueva Alianza Javier Padilla Balam, dieron al traste con el sueño de ser contrapeso al gobierno actual.

A partir de ahora faltará solamente esperar que los trabajos concluyan y con ello se dé paso a la desaparición del que fue el botín más deseado en el Poder Legislativo quintanarroense, a partir de ahora las fuerzas políticas deberán ocuparse de constituir bancadas profesionales para poder aspirar a encabezar la futura Junta de Coordinación Política, ojalá también el cambio represente una verdadera profesionalización de las acciones legislativas; porque ese sigue siendo un pendiente nacional; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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